My Dirty Secret [Frank Iero]

Capitulo 11

Era Sábado por la tarde,Frank estaba tranquilo porque por una extraña razón Madame Lucy le había dado la noche libre,entonces podia hacer lo que quisiera con sus amigos

- Hey enano ¿vas a ir a beber algo con nosotros hoy en la noche? - preguntó Gerard tomando una bebida monster
- Si claro - respondió Frank animado

Estaba demasiado feliz,era la primera noche en que iba a poder ser normal,y no un maldito gigoló.

Esa noche los 5 chicos se dirigieron a un pub,al entrar allí Frank miró todo como si fuese la primera vez que salia de noche,había pasado mucho tiempo sin hacer eso,la primera vez que salió fue a los 17 años,cuando entraron a un pub usando identificación falsa,esa noche estaba realmente emocionado,creía que esa noche podría conocer a alguna chica y poder tener una novia,pero todo resultó mal,se emborrachó y terminó vomitando en el escote de una chica con la que conversaba,la chica obviamente se molestó con el y le dio una fuerte bofetada en la cara,Frank estaba tan ebrio que con el golpe perdió el equilibrio y cayó al suelo quedando inconsciente,a la mañana siguiente despertó en el sofá de la casa de Gerard

- Sentemonos aquí - propuso Mikey sentándose en un sillón de cuero que rodeaba una mesa redonda

Los demás chicos se sentaron junto a él,Frank no podia dejar de temblar,no sabia porque estaba tan ansioso

- Chicos les traeré unos tragos,vuelvo enseguida - dijo Gerard dirigiéndose a la barra

Frank encendió un cigarrillo y comenzó a fumar,así quizás se calmaría un poco

- Oye ¿esa no es Shirley Torrance? - preguntó Ray señalando a la rubia que estaba en otra mesa
- ¡Oh mierda!,si es ella - maldijo Frank
- Ve a hablar con ella - dijo Bob
- No iré,no me interesa,la verdad no quiero nada con ella - explicó el tatuado botando humo por la boca
- Vamos Frankie,no seas idiota,mirala es toda una diosa - dijo Ray con un tono pervertido
- Bueno Raymond si te gusta tanto ¿por qué no vas tu y le hablas? - dijo serio el castaño mientras apagaba el cigarrillo en un cenicero

En ese momento apareció Gerard con los tragos,cada uno sacó una botella de cerveza,mientras que los tragos más fuertes quedaron allí en la bandeja,probablemente más tarde los beberían

- Hey Gee ¿viste quien esta ahí? - dijo Mikey señalando a Shirley
- Oh Dios mio,Frank debes ir a hablarle - exclamó Gerard con entusiasmo
- No iré - se negó el castaño
- Vamos Francis no pierdas tu oportunidad de follar - rió Ray
- Si enano,ser virgen a los 19 es deprimente - dijo el pelirojo escupiendo la cerveza de su boca al no poder aguantar la risa

Frank al escuchar esto pensó en todas las cosas que le ocultaba a sus amigos,ellos ni idea tenian de que todas las noches tenia sexo y lo peor era que todas las noches con una distinta,desconocidas,chicas a las cuales no les sabia ni siquiera el nombre,y a las cuales solo debía llamar clientas

- Y bien...¿Iras o no? - preguntó Bob

Frank se puso de pie y divisó a la rubia quien bebía tranquilamente vodka

- De acuerdo iré - dijo desganado el tatuado y se dirigió hacia allá

Al llegar a la mesa de Shirley,se quedó de pie y para que ella levantara la vista de su trago,hizo una fingida tos que hizo que la rubia notara su presencia

- Ah Frank ¿que haces aquí? - preguntó arreglandose el cabello
- Andaba con mis amigos y te vi...y aquí estoy
- ¿quieres sentarte conmigo?

Frank echó un vistazo a sus amigos quien le hacian gestos de animo,luego volteó a ver a Shirley quien lo miraba con algo de coquetería

- Esta bien,me sentaré contigo - dijo el castaño tomando asiento
- ¿Quieres ayudarme a terminar la botella? - preguntó la rubia
- No soy mucho del vodka pero esta bien - dijo tomando un sorbo que lo hizo arrugarse
- Esa botella la he traído yo - explicó Shirley
- ¿Que?¿traes trago de tu casa para bebertelo en un pub?,eres un poco extraña - rió Frank

Fue pasando el tiempo y ambos seguían bebiendo hasta que sin darse cuenta ambos estaban ebrios,tambaleándose se dirigieron a los baños de chicas,Frank estaba demasiado ebrio como para pensar razonablemente

- Fr-Frank hazme tuya - dijo la rubia completamente ebria

Frank la apegó a su cuerpo y la rubia sin previo aviso lo besó,era su primer beso y seguramente al día siguiente no lo recordaría,luego bajó sus besos al cuello del tatuado,la rubia iba aumentando la intensidad de sus besos,Frank la empujó dentro de una de las casetas y cerró la puerta tras ellos,Shirley desabrochó el pantalón de Frank y se los bajó bruscamente hasta las rodillas,luego bajó su ropa interior,se puso de rodillas,tomó el ya erecto miembro de este y lo introdujo en su boca,Frank cerró los ojos y un leve gemido se escapó de su boca,cuando la rubia acabó,Frank le levantó el cortísimo vestido rojo y bajó las pequeñas bragas de esta,la rubia se sujetó de sus hombros y lo rodeó con sus piernas,el tatuado comenzó a penetrarla bruscamente,la rubia gemía y el también,la fragil pared de la caseta se movía con el movimiento de ellos,sus embestidas fueron cada vez más rápidas,ambos estaban cubiertos en sudor y finalmente llegaron al orgasmo,Shirley se subió las bragas y bajó su vestido,levantó la tapa de el retrete y comenzó a vomitar,Frank seguía con la respiración agitada,se subió la ropa interior y los pantalones,abrió la puerta de la caseta y cayó al piso.

- Despierta enano - era la voz de Gerard

Frank abrió levemente los ojos,y vio a Gerard y notó que estaba en la habitación de este

- Parece que lo pasaste bien anoche - rió el pelirojo
- No me acuerdo de nada - se quejó el castaño tocándose la frente
- Te encontramos tendido en el piso del baño de chicas
- ¿Y que hacían ustedes allí? - preguntó Frank
- El baño de chicos estaba fuera de servicio así que tuvimos que ir allí - explicó
- Me duele la cabeza - se quejó el tatuado sentándose en la cama
- Bañate,toma una aspirina y luego ven a desayunar ¿ok? - dijo el pelirojo abriendo la puerta
- De acuerdo - asintió Frank

Frank tenia un horrible dolor de cabeza y una horrible sensación de miedo,no recordaba nada de la noche anterior,¿por qué estaba en el baño de chicas?¿que mierda había echo?,y lo peor,¿con quien?,estaba cansado de arruinar todo siempre y temia que esa noche haya cometido algún otro grave error del cual se iba a arrepentir el resto de su vida.