Capitulo 24

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Frank se dirigió al garage,le quitó el listón a su motocicleta,se colocó el casco,se subió,sacó las llaves de su bolsillo,e hizo partir la moto,colocó sus manos en el manubrio algo temeroso,no había andado en motocicleta desde que tenía 16,que fue cuando un amigo de Gerard les pasó la suya por una tarde.Olvidando todo el miedo que sentía avanzó en su moto,sin perder el equlibrio,se detuvo frente a la que solía ser su casa,la miró por ultima vez y se marchó.Ya era de noche,pero los focos de la motocicleta eran lo suficientemente potentes para iluminar la calle,hizo una ultima parada frente a la casa de Amy,estacionó la motocicleta junto al cerco de su casa,esperando que nadie se la fuese a robar,ni tampoco su bolso con ropa,escaló un árbol que daba hacia la ventana de la habitación de Amy y dió un suave golpe en el vidrio,ella estaba acostada,y al escuchar este sonido se sentó en la cama y miró hacia la ventana

- Amy,soy yo Frank,dejame entrar - siendo solo audible para ella

La pelinegra sonrió,se levantó y caminó hacia la ventana para abrirla

- Gracias - dijo este entrando por la ventana
- ¿Que haces aquí? - preguntó ella con curiosidad
- Mis padres me han echado de casa y venía a despedirme de tí - informó el tatuado
- Oh no,Frankie,¿a donde te iras? - preguntó preocupada
- Aún no lo sé,pero me iré de Jersey - suspiró

Amy no pudo evitar llorar al escuchar esto,el echo de imaginarse sin Frank le hacía sentir un miedo terrible

- No llores Amy - la consoló abrazándola
- Te extrañaré Frank - sollozó
- Y yo a ti,pero aveces debemos dejar a las personas que queremos...y no podemos hacer nada para evitarlo - dijo colocando sus manos en el rostro de la chica para mirarla fijamente
- Te amo Frank - susurró ella

Frank al escuchar esto sintió que se le erizaba la piel,nunca antes alguien le había dicho que lo amaba,excepto sus abuelos y sus padres,y de los ultimos estaba seguro de que ya no lo amaban

- Amy yo...

Ella lo interrumpió con un repentino beso,el tatuado pudo notar la torpeza en sus movimientos,se notaba que no tenía mucha experiencia besando,pero aún así por una extraña razón correspondió el beso,cuando se separaron Amy lo miró fijamente y acarició su rostro,Frank aún miraba algo sorprendido por la reacción de la chica

- Amy yo...debo irme - dijo caminando hacía la ventana
- ¿Volveré a saber de ti alguna vez? - preguntó la pelinegra
- Si,escribeme cuando quieras,tendré el mismo número - dijo desde el borde de la ventana
- Adiós Frankie
- Adiós Amy

El castaño bajó por el mismo arból por el que había subido,escaló el cerco y cruzó al otro lado,Amy miraba todo esto desde su ventana,mientras que con la yema de sus dedos tocaba sus labios

- Frank...- susurró mirando como se iba en su motocicleta

Cerró la ventana y se puso a llorar,corrió hasta su cama y apagó la lámpara,mientras lloraba abrazada de su almohada.

Frank estaba asustado,no sabía si la gasolina le duraría todo el viaje,hacía mucho frío,era otoño y de por sí Nueva Jersey era frío,sobre todo en la noche.Condujo unas horas,pasó por unos túneles y tuvo que pagar peaje con el poco dinero que poseía,no tenía bien claro en donde se encontraba,pero podía apostar que era Nueva York,esto lo confirmó cuando vió un letrero que daba la bienvenida a esta ciudad,aún era de noche,miró la hora en su celular y eran la 1:30 am,avanzó por las a esas horas desoladas calles,aunque pudo ver más de algún taxi amarillo transitando por allí,luego de avanzar bastante se detuvo frente a un viejo edificio que estaba cerca del metro

- ¿Necesitas ayuda muchacho? - preguntó una mujer como de unos 40 años que fumaba un cigarrillo en la entrada
- Si,necesito un lugar para pasar la noche - dijo sin quitarse el casco
- Hoy es tu día de suerte - sonrió la mujer
- ¿de que habla?
- Yo arriendo habitaciones en este edificio,ven entra,luego te explico - dijo la mujer abriendo la puerta del lugar

Frank dejó su motocicleta al lado de un auto que había estacionado,siguió a la mujer y entró al edificio,este no era tan grande como se veía por fuera,era bastante viejo y olía a humedo

- La mayoría de las habitaciones estan arrendadas pero hay una en el tercer piso que quizás te interese - dijo la mujer subiendo la escalera

Frank la siguió y llegaron a dicha habitación,la mujer sacó un manojo de llaves del bolsillo de su chaleco e introdujo una de las llaves en la cerradura,al abrir la puerta se encontró con una deprimente habitación que solo tenia una pequeña cama con un colchón y una vieja manta,al lado de esta había una mesa de noche sin nada,las paredes estaban barnizadas y unas viejas cortinas rotas cubrían la ventana

- Quizás no sea lujosa pero te servirá para pasar la noche - dijo la mujer

Frank entró lentamente a la habitación y dejó su bolso en el piso,se quitó su mochila y la dejó sobre la cama

- Para desayunar tendrás que bajar y comer con todos los demás,yo les cocino a todos,pero ellos deben cooperarme con el dinero para comprar la comida - explicó
- De acuerdo - asintió el tatuado nervioso
- Chico,¿tu motocicleta tiene alarma o algo?
- No lo sé,me la regalaron ayer y...
- Entonces que Dios se apiade de ti
- ¿Que?¿de que habla? - preguntó preocupado
- Mira,aquí en Nueva York y sobre todo en este barrio,hay muchos robos y espero que tu motocicleta no tenga la misma suerte - explicó la mujer
- Entiendo - susurró el castaño
- Bueno,no te molesto más,buenas noches - dijo la mujer cerraron posteriormente la puerta

Frank se acercó a la ventana y miró el paisaje,desde allí se veía muy clara la ciudad a pesar de estar en los suburbios,no pudo evitar llorar al recordar todo lo que pasó el día anterior,Shirley había arruinado su cumpleaños,arruinó su familia y su vida,se sentía solo,y esta vez si que lo estaba,no tenía nada,ni a nadie solo se tenía a el mismo.

My Dirty Secret [Frank Iero]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora