Prefacio

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4 meses después...

Despertó temblando de frio, a pesar de estar en pleno otoño las mañanas aun eran templadas pero esa mañana en particular ella lo sentia asi porque al parecer durmió toda la noche desnuda.

se dio vuelta para encontrarse un espacio vacio en la cama, la chica misteriosa con la que llevaba semanas enrollandose habia escapado de nuevo, si, esta no era la primera vez que despertaba en una cama que no era la suya, en una habitacion que no era la suya, en una casa que no era la suya y sin la persona con la que mantuvo relaciones sexuales la noche anterior.

Después de la segunda vez Aimee juro que no volveria a pasar, pero ella nunca fue buena haciendo promesas.

Estaba tan ocupada acoplándose a su nueva vida como universitaria que no había tenido el tiempo de recorrer el campus para ver si la chica misteriosa si quiera asistía a la misma universidad, ella asumió que así era, pues todas las veces que ambas se encontraron fue en alguna fiesta de la universidad o de las fraternidades.

Tal vez ella pertenece a alguna de esas pretenciosas fraternidades que residían en el campus, con sus estrictas reglas para hacer sentir a los demás que si no pertenecían a una casa en particular eran un cero a la izquierda. Pensó Aimee.

Aun así ella siempre asistía a las fiestas de las fraternidades, en un principio para obtener alcohol gratis pero después empezó a hacerlo porque la misteriosa rubia siempre asistía a ellas. A veces estaba en compañía de una chica alta de piel oscura con un bien cuidado afro, pero en cuanto veía a Aimee abandonaba a su acompañante. Ella siempre se acercaba tambaleándose así que Aimee rápidamente asumía que ya tenía varias copas encima.

No hablaban mucho pues la mayor parte del tiempo se ponían a competir quien podía beber más cervezas más rápido, Aimee nunca recordaba quien ganaba al final debido a que en algún punto de la competencia terminaban besándose en alguna esquina de la habitación.

Después de un tiempo, la combinación del alcohol y la pasión hacían que ellas buscaran cualquier lugar que estuviera disponible para tener sexo.

Siempre era la misma rutina, la fiesta, la competencia, las bebidas de más, las sesiones de besos, el sexo desenfrenado y finalmente todo terminaba con ella sola en la cama a la mañana siguiente.

A veces se avergonzaba de ni siquiera saber el nombre de la chica con la que lleva acostándose durante meses, pero nunca hablan de eso y la chica tampoco se molestaba en preguntarle el suyo a Aimee.

Pero después de despertar esta mañana con un inusual frio que no tenía nada que ver con el haber dormido desnuda, tomo la decisión de conocer a la rubia misteriosa estando sobria. Después de todo ¿Que tan malo podría ser?


When It RainsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora