Cuando la lluvia te alcanza

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─Estas roncando de nuevo ─Se quejó Pía ─Por suerte, yo tengo un remedio perfecto para eso...

─No necesito más de tus remedios, siempre quieres resolver todo, pareces doctora o peor psicóloga ─Dijo Aimee fingiendo horror

─ ¡Oye! ¿Qué tienes en contra de los psicólogos?

─Pues para empezar, hay una que me tiene hasta la chingada

─ ¿La tal Grace Jones? la veo muy seguido en la biblioteca, no parece hablar mucho

─Exacto, solo quiere que este ahí y le cuente todo de mí, ¡pero ella no dice absolutamente nada!, y aun peor, solo asiente con la cabeza ¡ni una puta palabra!

─Okay, ¿Porque estas tan a la defensiva hoy? entiendo que no te guste hablar de ti, pero eres más relajada que esto, ¿No eres la que siempre está diciendo que me relaje y deje fluir las cosas?

─ ¡Me lo volvió a hacer! ¡Carajo! ─Soltó amargamente

─ ¿Que? ¿Paris?

─ ¡NO! La reina de Inglaterra, ¡Sí! Paris

─Sabes esto se vuelve aburrido, ¿Porque si quiera sigues creyendo en lo que ella te dice? ─Dijo Pía en un tono cansado

─ ¡No lo sé! ¡Por pendeja! qué se yo ─levanto los brazos agitándolos y se dejó caer en la cama

─ ¿Sera porque estas enamorada de ella?

─No estoy enamorada de ella, no sé nada de ella ¿Cómo podría?

─Tienes sexo con ella

─Eso es diferente, el sexo es... tu sabes, sexo

─Wow, que gran analogía, deberías ser filosofa

─Ya basta. Eres mi amiga ¿No se supone que deberías ayudarme a sentirme mejor?

─Soy más que tu amiga, soy tu rommie. Paso al menos de 15 a 20 horas contigo

─Si, de las cuales 12 yo me encuentro dormida

─Eso es porque eres una holgazana y... ¡Espera! no quieras cambiar el tema, estamos hablando de ti y la rubia alcohólica loca.

─No le digas así

─Pues no tengo otra manera de decirle. ¿Porque no la dejas? Ya me tiene harta siempre verte así cuando hace alguna de sus pendejadas ─Grito molesta

─No puedo

─ ¿Y porque no?

─Por que no

─ ¿Y porque no?

─ ¡Por que no!

─ ¿Pero porque no?

─ ¡Ya basta! ¡Pareces mi hermanita!

─Pues tienes que terminar con esto, estas hecha mierda.

─Gracias ─susurro Aimee

Quería despejar un poco su mente y sobre todo alejarse de su acosadora compañera de cuarto por lo que decidió llamar a sus buenos amigos y milagrosamente ambos estaban libres

─ ¡Que hijo de puta eres! Al fin te acuerdas que tienes amigas Conrad ─Dijo Aimee entrando a la cafetería en donde diviso primero al chico de cabello largo.

─ ¡Amss! yo también te extrañe mucho bebe ─Conrad se levantó a abrazarla

─Ya enserio en donde te habías metido maldito drogadicto

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⏰ Última actualización: Oct 24, 2016 ⏰

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