Subiendo la colina más alta encontré lo que buscaba.
De orgullo y tristeza se volvieron mis pasos.
Descubrí algo que nunca pensé encontrar.
Conocí a alguien que creí olvidar.
Mis pensamientos se cubrieron con espinas, mientras mi alma se forjó un escudo de valor.
Todo lo que creí perdido volvía y todo lo que sentía mío se esfumó.
Y arriba, en la colina.
Sentí el suspiro del cielo.
Vi un mundo nuevo.
Y encontré aquello tan valioso.
No era oro y sin embargo brillaba.
Sin ser seda su suavidad apaciguaba.
Algo tan familiar.
Hace tiempo lo había perdido y hoy lo volvía a encontrar.
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Destellos de un amanecer brillante
PuisiSegunda parte de "Sueños de una noche estrellada". Poesías traídas de amaneceres y despertares, ilusiones y realidades que alguien alguna vez creo.