Capítulo 3

3 0 0
                                    

Salgo por fin de detención.

Ese hombre habla demasiado. Es un hombre calvo y de unos 50 años.

Bufo mientras camino hacia afuera para buscar a mis chiquillos, ya terminaron las clases. Me encamino hacia afuera para ver a mis chiquillos sentados en la orilla de la acera, pero un chico esta al lado de Natalie y Brian lo ve mal.

—¡Nathy, Brian!—Exclamo viéndolos, Brian se para y viene a donde yo estoy, en cambio Natalie si se inmuta.

—¿Quien es ese chico?—Le pregunto en un susurro a Brian.

—Se llama Nathaniel... Es el chico que tiene enamorada a Natalie.—Gruñe, alzo una ceja.
Sigo caminando hacia donde esta Natalie.

—Natalie.—Le digo, la miro con una sonrisa picara y ella se sonroja, en cambio el chico la ve tiernamente.

—¡Hola! Soy Nathaniel pero puedes decirme Nate, ¿Cómo te llamas?—Se presenta.

¡Ay! Es una ternura.

—Soy Katherin, pero puedes decirme Kathy, mucho gusto Nate.—Le contesto, él sonríe y yo le sonrío devuelta.

—Bueno...—Habla Natalie sonriente con un leve sonrojo en sus mejillas.—Me tengo que ir, adiós Nate.

Ella le sonríe y le da un beso en la mejilla, él se sonroja de pronto. Chillo al ver tan bonita escena, Nathy me ve mal, y Nate sonríe.

—Adiós Nathy, ¡Cuidate!—Dice sonriendo.—Adiós Kathy.

Le sonrío.

—Adiós Nate.

Después de despedirnos nos encaminamos a nuestra casa, Brian con brazos cruzados y su ceño fruncido me avisa que esta enojado.

—Brian ¿Qué tienes?—Le susurro.

—Nathaniel... Natalie... Muy cerca...—Sisea molesto.

¡Aww! ¡Esta celoso! Celos de hermanos.

—Tranquilo.—Le susurro de nuevo. Él ni se inmuta y sigue molesto.

No te tomo importancia y sigo caminando, hasta que por fin llegamos a la casa. Entramos y salgo corriendo a mi habitación.

×××

Gruño al sentir que me mueven.

—Deja.—Gruño.

—Despierta.

—Dejame dormir.—Gruño de nuevo.

—¡Ay! ¡Baja de mi espalda!—Grito al sentir cuatro pies en mi espalda, se escucha un golpe fuerte, veo el piso y veo a Natalie y Brian sobandose la cabeza, lanzo una carcajada.

Ay, que buena hermana soy.

—Levantense demonios.—Les digo quitándome una lágrima que causo la risa, ellos me miran mal mientras se levantan.

—Tengo hambre.—Dice Brian.

—Yo igual.—Le sigue Natalie.

—Esta bien, les haré la comida.—Respondo, y salgo de mi cama de un salto.

Adormilada, me dirijo a la cocina. Comienzo a hacer la comida.

KyleWhere stories live. Discover now