Entro al patio de la universidad, me siento en mi árbol, si ya lo bautice como mio. Me siento y saco mi libro para comenzar a leer.
×××
—Bueno, alumnos y alumnas hoy estudiaremos algo fácil...—Y de hay no escuche más nada.
Esta clase esta muy aburrida.
×××
Después de terminar las primeras dos horas me dirijo a la cafetería de la universidad. Comienzo a caminar hasta mi mesa, pero allí esta una chica sentada, no le tome importancia y igual me senté.
—Hola.—Hablo ella.
—Hola.—Respondí.
—Soy Camile. —Se presento.
—Yo soy Katherin, un gusto.—Me presento y le doy una sonrisa, ella me devuelve la sonrisa.
—Umm, ¿Me puedo sentar aquí todos los días?—Pregunta ella nerviosa, se le nota.
—Claro que si.—Le respondo.
—¡Gracias!—Exclama ella.
—De nada.
—Bueno, ¿Jugamos a las diez preguntas?—Pregunta.
—¿No era veinte preguntas?—Le pregunto extrañada.
—Si, pero no se me ocurre que decirte.—Dice ella riendo, le sigo la risa.
—Ok, tú primero.
—Ok, ¿Tú color favorito?
—El negro.—Respondo.—¿Tú comida favorita?
—La s...El salmón.—Responde y ríe nerviosa.—¿Tú talento?
—Cantar.
—¿¡De verdad!?—Grita emocionada.
—Sip.
—¡Cantame!—Grita más emocionada, pero suena la campana.
Ella bufa.—Yo quería escucharte cantar.
—Te cantare después.—Le digo sonriendo.
Nos levantamos y nos fuimos a el salón, ella tenia clases conmigo. Comenzamos a hablar, mientras llegaba el profesor. Después de unos cinco minutos llego el profesor, pero con un chico a su lado.
Creo que estoy babeando.
El chico tiene el cabello negro, los ojos de un tono gris y esta vestido con el uniforme de la universidad, su mirada fría recorre el salón.
—Kath, cierra la boca, hay moscas.—Dice Camile con ganas de reír, la fulmino con la mirada.
—Alumnos y alumnas, hoy tenemos a un compañero más, Preséntese.—Habla el profesor.
—Soy Kyle.—Dice seco. Esa voz... ¡Dios mio! ¡Esa voz es la que siempre escucho en mi casa!
Un escalofrío de miedo me recorre de pronto.
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Kyle
Vampire"-¿Qué quieres de mi?.-Digo suspirando. Sus labios no querían dejar los mios, con ese vaivén que me vuelve loca. -Quiero que seas mía.-Dice, gruñendo y lanzándome a la cama. -Tú y yo, no podemos ser nada...-"