La vida no es fácil y la de un estudiante menos todavía. La mayoría de nosotros llevamos más de media vida entre libros y apuntes, rodeados de pilas de folios que no tienen sentido alguno. El camino es difícil y largo se queda corto por lo que la mayoría de veces perdemos la motivación, pero una cosa hay que tener clara y es que, nunca, ¡escuchame!, NUNCA! hay que ceder y bajar los brazos. Habrá veces que dejes cualquier cosa por tener que estudiar. Tendrás que cancelar planes con tus amigas, en verano verás como todos están de fiesta en fiesta y tu estas viendo desde la ventana los rayos de sol...Todos hemos experimentado el silencio de la noche mientras todos duermen y tu estas estudiando, pero al fin y al cabo, la nota suele merecer la pena.
Por otra parte también esta la sensación de derrota. Ese momento en el que estas realizando el examen y te das cuenta que todo el tiempo, todos los nervios, las siestas perdidas, las lágrimas derramadas, las no quedadas con tus amigas, etc, no han sido suficientes para hacerlo como debes. Todos hemos llorado con una nota de examen y hemos intentado explicar que eso significa mas que un miserable número. Y que sepas que llorarás el primer día, pero al día siguiente te levantarás de nuevo y te comerás el mundo que te has ganado.
Ahora no te puedes rendir. Tu alrededor ya ha aprendido a soportar tu mala ostia y ahora lo único que queda es luchar, luchar por lo que de verdad amas.
Muchos se han quedado a mitad de camino ya sea por cobardes o porque no han podido. De hecho muchas veces he pensado si mi elección es la correcta, si debería de haber ido a por lo fácil para no sufrir más o si sufrimiento ha valido la pena o solo ha sido una forma de destruirme a mi misma.
Por mucho que dudes, has llegado hasta donde has querido y si tienes tu meta, sigue adelante por tus sueños, porque es lo que amas y por lo que luchas.
Tu futuro que tanto ansías llegará y tu familia se sentirá orgullosa de ti.
En resumen, que no te rindas porque todo llega a su fin y en tus manos está conseguirlo.
Y recordad: Que la suerte este siempre de vuestra parte.
