|Capitulo 1.- Do i wanna know?|

123 11 5
                                    

Una noche de fiesta...

El sonido del bajo suena tronando los
pechos de aquellos presentes en aquel escenario, aparece una voz misteriosa cantando con toda una melancolía presente.

Todos comienzan a cantar a coro siguiendo aquella tan conocida canción, algunos cierran sus ojos disfrutando de la melodiosa voz al ver a su ídolo cantar.

Entre medio de la multitud se encuentra un individuo fuera de lugar, era el menos indicado para esa clase de conciertos, nadie en su sano juicio se imaginaría que un príncipe de alta alcurnia estaría parado en un concierto en donde el alcohol y las drogas se harían presente.

Pero allí estaba, a invitación de su mejor amiga que tanto insistió en que la acompañara con la excusa de que se divertirían, cosa que no ocurrió, ya que al momento de llegar, la blonda corrió hacia el escenario a cantar junto a la multitud.

|Crawlin' back to you...

Ever thought of calling when you've had a few?

'Cause I always do
Maybe I'm too busy being yours to fall for somebody new
Now I've thought it through

Crawling back to you...|

Aquellas palabras hicieron que el príncipe comenzara a moverse al ritmo de la canción, sintiendo un olor extraño a su alrededor y algunos empujones de aquellos que permanecían en estado ebrio.

Busco con la mirada a su amiga, ya que al ver el estado en el que estaba la audiencia, se dispuso a caminar con el propósito de encontrarla sana y salva. Divisó a lo lejos que su amiga Fionna , la rubia a quien buscaba, charlaba con un pelirrojo, pudo ver que se encontraba sentado en una moto que emana fuego por todas sus partes.

—Principe flama...- Susurró y se dispuso en ir a interrumpir su conversación-

Antes de que pudiera llegar, unos gritos perturbaron sus oídos y una multitud enloquecida lo empujo hasta la orilla del escenario, dejándolo sin escapatoria.

Miro hacia todos lados buscando así una salida, hasta que se cruzó con unos ojos inyectados en sangre. Era el mismo cantante quien le miraba fijamente cantándole con picardía.

El monarca tuvo un sonrojo leve, más no podía quitarle la vista, su voz lo dejo completamente hipnotizando y parecía disfrutar captar la atención de la principal personal en el lugar.

Sus labios se movían al compás de la canción, recitando tan dolorosas frases de amor. Aquellos ojos no se despegaban de su anatomía y eso hacia que nuestro príncipe comenzara a sentirse algo intimidado.

Una vez terminada la cancion, el anfitrión toma por última vez el microfono y con voz profunda dijo.

-Espero que les haya gustado mi presentación, ¡espero volverlos a ver malditos bastardos!- gritó con euforia, haciendo que la multitud enloquezca-

-¡Te amo Marshall Lee!- Se escuchó de una fan-

-Hazme tuya- Gimió otra.

Y así fue como varios comentarios empezaron a escucharse, haciendo que Gumball se comenzara a sentir ignorado por parte del cantante. Así que se dispuso a respirar hondo y emprenderse a buscar a su amiga.

Antes de que pudiera moverse vió como el cantante comenzó a encorvarse emitiendo gruñidos y así convertirse en un gigante murciélago de alas gigantescas dejando a toda un público enloquecido.

—¡Aquí estabas!- Dijo alguien tocándole el hombro a lo que reconoció que era su amiga-

—Sano y salvo- respondió con un suspiro el principe.-

—¿Quieres irte ya?- preguntó la aventurera viendo como bostezaba su amigo.-

—Eso me gustaría.- Dijo con dulzura.-

Fionna lo llevó hasta donde su amiga Cake, una gata que era mas bien como su hermana. Esta tomó mayor tamaño y emprendieron retorno hacia el castillo.

Una vez llegaron, Gumball se bajo con delicadeza que solo un príncipe podría y se dijo:

—Gracias por traerme, fue una simpática fiesta.- Dijo con una sonrisa.-

—No es para tanto, necesitabas un poco de diversión.- Dijo Fionna algo sonrojada.-

—De todas maneras, la rutina me estaba matando. - respondió algo cansado.-

—Que tengas buenas noches principe.- Dijo Cake despidiéndose junto con su hermana.

—Igualmente...- Respondio Gumball entrando a su castillo.

Una vez en su habitación, se dispuso a prepararse para dormir. Se colocó su pijama rosa (al igual que todas sus pertenencias) y se lavó sus dientes, colocó la ropa prestada por fionna en una cesta de ropa sucia y se colocó una bata para tomar aire fresco desde su terraza.

Miro hacia la hermosa luna llena que se presentaba, una vista completamente inigualable. A veces se preguntaba como era posible que bajo todas sus responsabilidades y sus privilegios de príncipe, sentía un vacío interior...

Recordó aquellos ojos rojizos que interceptaron su alma, esa mirada melancólica, aquellos versos en cada canción que lo hicieron tener suspiros.

No podía quitarsele de la cabeza aquella curiosidad por aquel individuo con aires de rebeldía, pero sabía mas que nadie que no podría en su sano juicio relacionarse con alguien así. Más no podía tampoco negar que una vez que algo se adentra en su cabeza, no era fácil olvidarlo.

Despues de todo era un científico, la curiosidad era su mejor hobbie...

Miró hacia el cielo estrellado y con la luna enfrente de él. Sintió la brisa correr por su cara y sentir escalofríos por el cambio de temperatura.

Vio a lo lejos una figura gigantesca volar por en frente de la luna, parecía divertirse volar al compás de una melodía.  Admiró su baile por un tiempo mas hasta que decidió por entrar a dormir.

Se recostó y al momento de cerrar su ojos, no pudo evitar recordar aquella criatura de hace poco. Sonrió. Tenía que volver a verle.

Procesos Bioquímicos | GumshallDonde viven las historias. Descúbrelo ahora