FANTASÍA

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- Toma, Mikasa, para que te distraigas de vez en cuando. -

- Es enorme. -

- Sabes bien que para nosotros no hay libros, pero seguro este te gustará. -

- Gracias, Armin. -

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Es domingo, el reloj marca las cinco de la tarde y la tienda cerró hace más o menos cinco minutos, pequeños lujos de fin de semana, el sábado se cierra a las cinco treinta y el resto de la semana a las siete en punto. Hoy tuve que despedirme a las carreras de una vieja amiga de otra colección, se trata de una muñeca pelirroja, con pecas perfectamente dibujadas sobre sus pálidas mejillas, labios carmesí y ojos verde oscuro. La última sirena que quedaba en la tienda. Valorada en no sé cuantos dolares, ni siquiera sé con exactitud el valor de un dolar, mucho menos el mío. No me interesa tampoco.

Hace unas semanas, mi amigo Armin tuvo el bello gesto de regalarme un libro, lógicamente humano, se titula 'FANTASÍA' y no me pregunten como es que sé leer, no tengo la menor idea, pero tampoco es muy complicado. El punto es que en ese enorme libro de pasta marrón y hojas beige encontré millones de historias maravillosas, acerca de seres que al parecer para los humanos son muy extraños, aunque en la tienda tenemos varios modelos muy parecidos a los dibujos que veo por aquí. Aprendí entonces que mi amiga era una chica mitad pez, y me dedique a pasar las tardes de domingo como esta con el enorme libro frente a la pecera decorativa que tenemos en DOLLHOUSE.

Supongo que después de una despedida tan agitada y a medio lograr me alegro de saber que la mayoría de mis amigos y yo compartamos una colección que se vende toda junta sin excepciones, realmente me sentiría mal sin los besos en la frente de Eren, los datos curiosos de Armin, la sinceridad de Petra, la rudesa de Ymir, la ternura de Historia, la estupidez de Connie y Jean, la presencia de Annie, las charlas sobre el amor de Marco, Las cajas de comida de Sasha, la locura de Hanji, la responsabilidad de Erwin, y a los demás, puesto que convertí esto en una lista de características sobre cada uno, pero sin duda moriría sin la compañía de Levi, porque es vital para mí y porque ahora que le estoy relatando todo esto a un pez que me observa fijamente con sus enormes y divinos ojos he sentido ganas de verlo.

- ¿Mikasa?-

- Oh, hola, Eren.-

- Veo que desarrollaste una extraña adicción por esta pecera y por ese libro. -

- Supongo que es así.-

- Es una pena que se fuera. -

-No era una parte vital de mi vida. -

Eren se quedó en silencio, supongo que no esperaba esa reacción por mi parte, pero es la verdad, era una buena amiga, pero realmente no me interesa su actual paradero ni creo que me importe en un futuro. Tenía que ser honesta. Eren se sentó junto a mí y nos dedicamos a observar a mis amigos con branquias. Creo que le molesta el hecho de que soy una chica de pocas palabras. Lo sé.

- Escucha, Mikasa, te has pasado cada domingo leyendo esa cosa desde que Armin te la regalo, no digo que sea malo, solamente que quizás te haga bien venir con nosotros otra vez, no hablas mucho y creo que...-

- Es más interesante lo que está aquí escrito, además en una hora estaré con ustedes, como siempre, en la reunión. -

- Pero te retiras a los diez minutos, y lo más extraño es que te vas con Levi.-

- No es de tu incumbencia.-

- Tampoco me interesa. -

De esa forma se levantó sin haber durado más de dos minutos sentado y se retiró, no le dedicare importancia a su idiotez, y si es que tiene algún problema con mi libro que le reclame a Armin por dármelo. Disfruto bastante la soledad y supongo que por eso adoro la compañía de cierto azabache, que me hace sentir que floto en una delgada linea entre la paz de la soledad y el calor de una presencia ajena. Por no sonar redundante.

Quizás no era tan mala la idea de compartir un rato con los demás, es verdad que llevo distanciada un tiempo, pero no puedo evitarlo, se siente fantástico volar entre un par de páginas, empiezo a entender a mi querido amigo rubio. Lloraría sin él.

- Iré.- comenté para cerrar el libro y levantarme para seguir a Eren, quien ahora me sonreía, y no me gusta saber que me puede manipular tan fácilmente. Pero llegué con él de la fabrica, y me apegue a él como un niño malcriado a un dulce. 

Llegamos a la casa de muñecas y creo que sobra decir que se sorprendieron bastante al verme ingresar, pero sencillamente me limité a suspirar y tomar asiento entre los cojines de la sala y escuchar con atención la conversación de mis amigos. Los quiero más de lo que creen.

- ¡Hola, Mikasa! -

- Armin. -

- Es sorprendente tenerte aquí ¿tu desaparición tiene que ver con el libro? -

- Me gustó mucho. -

- Me alegro. -

Armin me dedicó una sonrisa y me ofreció un vaso que no noté que tenía al llegar, desconocía su contenido, de modo que regrese mi mirada a los orbes azules de mi amigo y él soltó una risilla para después ofrecerme el vaso nuevamente. Esta vez sí lo recibí. Era... amargo.

Levi también se encontraba allí, pero no se dignó siquiera a mirarme, mas por lo que vi también tenía un vaso plástico entre las manos. Luego de un rato de beber y beber lo que fuese aquello, el lugar estaba muy animado, patas arriba y yo me sentí mareada, incluso estaba más habladora que nunca, me reía a carcajadas y acepté el realizar un circulo con los demás. Él también aceptó.

Annie colocó una botella en la mitad y con fuerza la hizo girar, no sé por qué seguí la boca de la botella, haciendo círculos con la cabeza hasta que esta paró y sentí nauseas, pero no fui la única. me costó adaptarme nuevamente pero lo logré mucho antes que el resto, fue entonces cuando noté que la botella señalaba tanto a Armin como a Ymir. una combinación putrefacta. 

Ambos sonrieron asqueados y se acercaron mutuamente hasta unir sus labios por dos segundos exactos y luego regresar cada uno a su lugar sin decir nada mientras al rededor todos reíamos a carcajadas. Armin hizo que la botella girara por segunda vez, pero ninguno la siguió por miedo al vomito y cuando finalmente paró, señaló tanto a Petra como Jean, era obvio que ninguno quería, pero solo era diversión. Creo.

Y así continuó el juego, afortunadamente no tuve que besar a nadie, pero Levi tuvo que besar a Sasha y a Connie, fue gracioso en lo absoluto.

- Pero Mikasa no besó a nadie. -

- Tienes que besar a alguien, chica. -

las voces de mis amigos me mareaban y yo sí quería jugar, bueno, no estaba del todo segura. El punto es que tomaron a la primera persona que vieron y me empujaron hacia él. Más bajo que yo y con una mirada filosa que alguna vez lastimó mi cuello entre las sombras. me tomó un segundo reconocerlo o siquiera entender que ocurría, pero besé a Levi y fue mucho mejor que cualquier historia en aquel libro.

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Me llevó con sus labios a una realidad totalmente distinta. Me llevó a una fantasía.



Les debo más de un capitulo y aproveche mi inspiración para poder pagarles. <3 

Los amo y gracias por leer.


PLASTIC HEARTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora