CAPÍTULO 18 ;
Una fuerte tormenta azotaba la ciudad, los relámpagos alumbraban mi cuarto aunque las cortinas estuvieran cerradas, odiaba las noches así, me recuerdan el día en que mi padre murió, ese mismo día conocí a Harry... me pare de la cama y salí de mi cuarto, los pasillos alumbrados por un bombillo , un fuerte trueno retumbo en la casa, la única fuente de luz de la casa se apagó de golpe, los nervios pasaban por mi cuerpo, parecía una película de terror… lo único bueno era que conocía de memoria aquella casa
Camine hacia el único cuarto en donde sabía que había alguien, tenía mis brazos estirados para evitar chocar, la puerta estaba abierta, sin darme cuenta tropecé en el piso, haciendo un fuerte ruido, los resortes de la cama rechinaron
-¿Quién esta hay? – dijo con una voz adormilada
-yo… - dije retorciéndome del dolor
-¿_______? – pegunto
-no, la reina de Inglaterra – dije en sarcasmo – obvio que soy yo, ven y ayúdame – dije con la mano en mi tobillo
-ya entendí - sentí pasos cerca mio - ¿Qué haces a estas horas en mi cuarto?- pregunto tomándome de la cintura, ayudándome a para
-esta lloviendo…. Y se fue la luz – dije con dolor en mi voz
-ok, te entiendo – me sentó en la cama - ¿te duele mucho?
-si… - susurre – no dejes tu tenis tirado en la mitad del cuarto
-lo tomare en cuenta – sus manos pasaron por mi pierna, sin luz no sabia ni como estaba sentada. Encontró mi tobillo con suavidad; mi piel se erizaba a tan suave con tacto – dime si te duele mucho – empezó a hacer movimientos circulares con mi pie
-******** - grite sin pudor
-creo que lo mejor es que duermas y mañana con un poco mas de luz te ayudo – dijo parándose - ¿puedes caminar a tu cuarto?
-no…
-cierto, se me había olvidado, le tienes miedo a la oscuridad – dijo riéndose un poco – espera ¿para que venias a mi cuarto?
Me quede en silencio, no quería que se creyera tan importante
-ok, ya entendí, duerme aquí… pero con una condición – dijo muy cerca de mis labios, no podía ver nada
-¿Cuál? – pregunte alejándome un poco con el
-que durmamos como lo hacíamos hace unos años – dijo con voz sensual
Mis mejillas tomaron un fuerte color rojo, fue la primera vez que agradecí que no hubiera luz