CAPÍTULO 34;
Caminaba por los pasillos del Hotel más lujoso que la ciudad de Paris tenia, no recordaba su nombre… no era de importancia. Solo una semana de gira, mi cuarto disco a la venta, solo con 19 años y seria padre de una persona que no amo.
Sentía mi cabeza a punto de explotar… mis recuerdos divagaban, haciendo el mayor esfuerzo de recordar esa noche, era imposible, solo recodaba que cumplía dos años de perder a _________ y en ese momento el alcohol fue mi escapatoria
No sabía cómo contarle a Paul, que obviamente me regañara hasta no haber mañana y peor aún como decirle a ________ sin llegar a herirla sin que se valla de mi lado
Me sentía impotente, las ganas de llorar aumentaban… la desesperación me empezaba a comer vivo y ni hablar del cargo de conciencia
Entre sin ánimos al cuarto donde hace tres días me hospedaba y mañana en la tarde saldríamos en vuelo directo hacia Alemania…
Vi su cuerpo tapado completamente, su respiración calmada y pausada, estaba profunda, a un lado de ella se encontraba mi espacio en la cama; podía dormir con ella, había convencido a Paul, pero me hizo jurarle que no pasaría algo indebido
Suspire cansado, mi cuerpo aun sudaba por el concierto, me sentía pegajoso y cochino, esa no era la única razón. Cerré la puerta del baño, recargue mi manos a lavado, automáticamente, las lágrimas empezaron a resbalar por mis mejillas, el dolor de mi cabeza aumento, la imagen de _______ alejándose de mi me mataba
Rápidamente despoje toda la ropa, abrí la llave de la ducha, no le tome importancia en que temperatura se encontraba, necesitaba algo en donde pudiera borrar mis errores
No dure mucho tiempo bajo el agua.
Algo que prendí durante estos años… “quédate callado y más sufrirán”, no recuerdo quien me lo dijo, pero era verdad, debía ser sincero con _________, sin perder la esperanza de que no se alejara
Me vestí con un pantalón de sudadera 100% algodón, salí del baño apagando la luz y me encamine hacia la cama doble en la mitad del cuarto
Corrí un poco las cobijas, quedando lo más pegada a _____ que fuera posible, solo así el dolor empezó a disminuir, pase mi brazo por su cintura para no dejarla ir, enterré mi rostro en su melena despelucada, guardado el aroma a manzanilla
Sentí como su cuerpo se movía, dando media vuelta quedando su rostro frente al mío, sus ojos entre cerrados… aún más dormida que despierta
-¿Qué sucede? – pregunto en medio de un bostezo
-te amo – la bese automáticamente, tratando de evadir preguntas que no quería escuchar
Se separó levente, aun rozando nuestras narices – y yo a ti – sus ojos mostraban preocupación - ¿hay algo que quieras decirme?
Me conocía perfectamente, los nervios viajaron por todo mi cuerpo – si… - la abrace con fuerza – te lo diré mañana, pero ahora duerme
-¿me lo prometes? – pregunto contra mi pecho
Una lagrima rebelde se resbalo por mi mejilla – te lo prometo…