Había esperado este momento mucho tiempo, graduarme de la escuela, ir a la universidad y entrar a una fraternidad.
- Hola, soy Bella White.-Le dije a la señora detrás del escritorio.
- Hola Bella, te estábamos esperando.- Me dijo ella- Aquí esta tu...
-¡Bella White!- Gritó mi madre desde el primer piso.
-Ya voy...- Dije con voz somnolienta.
-BELLA, hoy te vas a la universidad.- Gritó de nuevo ella.
¿Hoy voy a la universidad? ¡HOY VOY A LA UNIVERSIDAD! De un segundo a otro me levanté de mi cama y bajé a tomar desayuno. Se me había olvidado totalmente que hoy iría a la universidad.
-Mamá hoy voy a la universidad.- Dije emocionada.
-Eso es lo que dije...- No alcanzó a terminar mi madre.
-Y voy a ir a una fraternidad.- Dije más emocionada.
-Si, ya lo has...- De nuevo no puedo terminar.
-¡Y voy a hacer muchos amigos!- Volví a decir.
-BASTA.- Gritó mi madre.- Ve a arreglarte ahora, te llevaré así que apúrate.
Subí las escaleras y fui a mi dormitorio, me puse una polera simple y unos jeans, me puse un poco de maquillaje y me hice una cola en el cabello.
Agarré la maleta y fui hacia el auto y me senté en el frente. Todo el camino me fui pensando en como sería la universidad.
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-Wow.- Dije sorprendida- Es hermosa.
Caminamos hacia la entrada y buscamos la oficina de la secretaria.
- Hija te extrañaré mucho. Cuídate y no dejes que ningún chico te viole.- Dijo mi madre riendo y luego poniéndose seria- Es enserio.
-Yo también te extrañaré muchísimo y tranquila mamá, nadie me violará.- Reí.
-Adiós, te quiero.- Dijo mientras se iba.
Toqué la puerta de la oficina de la secretaria y me dejó pasar.
- Hola, soy Bella White.-Le dije a la señora detrás del escritorio.
- Hola Bella, te estábamos esperando.- Me dijo ella- Aquí esta tu horario y un mapa de la universidad.- Dijo pasándomelos- Tenemos un pequeño problema con las fraternidades.
-¿Que problema?-Le pregunté.
-Las fraternidades de mujeres se llenaron y la única que queda libre es una de hombres.-Me dijo- Si es que tu quieres puedes entrar a esa fraternidad, pero te advierto que los chicos son muy obsenos y mal educados.- Dijo la señora.
¿Me quiero arriesgar a vivir con muchos chicos en una fraternidad para cumplir mi sueño?
-¿Está segura de que no hay disponibles?- Le pregunté- Es mi sueño desde hace mucho tiempo y haría cualquier cosa para entrar a una.
-Como le dije señorita esa es la única posibilidad.- Dijo-Si es que usted tanto quiere entrar a una, yo puedo convencer a los jovenes y que la dejen entrar.
-Ok, muchas gracias.-Le dije- Ah, ¿en que edificio es la fraternidad?
-Edificio C.-Dijo
-Gracias.- Le dije y salí de la oficina.
¿Que estaba haciendo, una fraternidad de chicos? Es una locura. ¿Que le diré a mi madre?
Caminé viendo el mapa y empecé a buscar el edificio, de repente choqué con algo y caí al suelo.
-Lo siento.- Dijo el chico con quien había chocado- No veía por donde venía, ¿Necesitas ayuda con eso?-Dijo apuntando a mi maleta.
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-Si, gracias.
-¿A donde vas?- Preguntó.
-Edificio C.
-El edificio C es una fraternidad de hombres.- Dijo con cara de confusión- Seguramente se equivocaron al darte la letra del edificio.
-No, esta bien, todas las fraternidades de chicas están llenas y Phi Beta Kappa era la única libre.- Le dije.
-¿No te incómoda estar con tantos hombres?- Me preguntó.
-Si.- Reí- Pero es la única opción.
No había pensado que muchos chicos calientes y pervertidos solos con una chica no sería una muy linda situación.
-Por cierto, mi nombre es Ethan.- Me dijo.
-Bella- Le dije- ¿Sabes donde queda el edificio?
-Si, si, vamos.
Caminamos y pasamos por los Edificios A y B, mientras Ethan me mostraba la universidad. Mientras el hacía eso, pensaba en lo guapo que era, tenía el cabello negro y ojos verdes.
-Y llegamos.- Dijo Ethan.
-Wow, es muy grande.- Dije mirando el edificio.
-Si, entremos.- Dijo.
-Debemos tocar.
-Tengo llave.-Dijo- Vivo aquí.
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