La Orquidea de Joseon

Capítulo 2: "Casa Familiar"

La casa de MooZak no se encontraba lejos de palacio, como correspondía a la necesidad de un oficial de su rango. Era una buena casa...Como correspondía a un oficial de su rango, también. Fue el regalo que sus padres le hicieron cuando se casó y en ella habitaba desde entonces con su esposa y sus dos pequeños: Una apacible niña de grandes ojos negros y mejillas redondas y sonrosadas; Su querido hijo, ruidoso y travieso de carita redonda y mirada brillante, tal como era la mirada de los Han de NonGyo.... Y algunos sirvientes, que mantenían en marcha aquel lugar.

Y esta casa se encontraba ahora mismo en conmoción por la inesperada llegada de los dos hermanos menores del Amo... Después de saludar a su cuñada y de juguetear un rato con los sobrinos, los dos hermanos menores se habían encerrado con el mayor, en el estudio de MooZak para analizar todo lo que había pasado desde que salieron de casa, hasta que dejaron el palacio real. La noche había caído sobre la capital...

- Tú lo sabías... ¡Y nunca dijiste ni una sola palabra en ninguna de tus cartas!- Acusó IhnYeon a su hermano mayor.

- ¿Padre lo sabe?... No imagino cuanto le afectaría esa noticia...- Externó MooYeon, quien acaba de ser informado de lo que IhnYeon había hablado con el Rey después de dejar el pabellón del jardín.

- Por lo que he captado en las pláticas con Su Majestad, creo que aún no le ha dicho. Tal vez espera la ocasión apropiada para ello...- Respondió MooZak con semblante entristecido.

- Realmente estoy preocupada... ¿Recuerdas cómo se puso de triste el abuelo cuando murió el Rey anterior?- insistió IhnYeon. – Tenemos este destino de caminar a la par de los reyes de este reino ¿Cómo no podría afectarnos una noticia así?-.

- Pero a final de cuentas, son asuntos que deben arreglar Su Majestad y Padre. Nosotros no podemos meternos en sus asuntos-. Dijo MooZak... Por un segundo su mirada se quedó absorta en la llama de la vela que se mecía suavemente sobre el pabilo de la vela que iluminaba la habitación.

Quien viera a aquellas tres personas juntas, no podía negar el parentesco que las unía: MooZak también tenía unos rasgos agradables, solo que en él, todo parecía tener más fuerza y determinación que en MooYeon. Para empezar los tres hermanos compartían la pequeña protuberancia que era el mentón, Pero mientras que en IhnYeon el rostro era oval, en sus hermanos era más bien triangular y mientras que las líneas de los pómulos y el mentón eran suaves en MooYeon; en MooZak los pómulos eran más sobresalientes y el mentón más marcado. También compartían, los tres, la frente amplia y despejada, pero, las cejas de MooZak eran un poco más abundantes que las de su hermano menor, sin perder la forma de una línea, sus ojos, eran herencia de su madre, pequeños pero brillantes protegidos por parpados un poco más gruesos que los de sus hermanos (Herencia del abuelo Han) y el puente nasal también era grande y un poco más grueso que el de MooYeon. Compartía con sus hermanos, aquel saludable tono dorado en su piel... Lo cual lo convertía en un caballero, en la plenitud de sus 35 años, muy apuesto y atrayente para las damas... Pero, él solo tenía corazón para su amada esposa y sus hijos. La fortuna le había sonreído al poder desposar a la dama de su elección y que ella correspondiera a sus afectos, así que desde su punto de vista, su vida estaba hecha.

Desde que había ingresado a la Guardia Real, se había esforzado por mantener una dignidad y orgullo acorde a las metas que había alcanzado, pero, toda aquella dignidad había quedado perdida con la llegada de sus dos imprudentes hermanos... Por supuesto sabía que ellos no se hubiesen presentado así, como lo hicieron, sin un motivo. Pero, hubiera agradecido bastante una nota de advertencia de su parte... Si bien, MooYeon, era una víctima de las rarezas de IhnYeon en todo esto, MooZak no podía dejar pasar el hecho de que aunque IhnYeon tuviese un mayor rango social por ser una Viuda, seguía siendo mujer y la menor de los tres hermanos... Y si vivía bajo el mismo techo que MooYeon (Que permanecía soltero), este debió hacer todo lo posible por apaciguar a IhnYeon (Algo que simplemente no podían hacer, porque adoraban a su hermanita)... Bastantes murmuraciones tenía que soportar su pequeña hermana desde su viudez en su pueblo natal, para que ahora se burlaran de ella en la corte... y las burlas se hicieran extesivas a MooYeon y a él mismo...