Esa gran luz, esa gran luz que ilumina toda barcelona aunque estén todas las luces apagadas.
La fuerza que desprende. Las ganas que lleva en ella. La de canciones de Melendi que canta. La de veces que me hace repetir.
Rodeada de eso, eso que marca y deja huella. Que muerde, pero nunca haciendo daño. Que roza y no deja indiferente.
Alegra la vista, el oído, el tacto, y todos los sentidos habidos y por haber. Que gracias a ella he descubierto que existen.
Que difícil es tener que imaginarla. Que difícil es verla en pantalla y no poder estar a milímetros de ella.
Cuando se acerca provoca. Provoca una mezcla entre el infierno y el cielo, un tsunami y un incendio, la nieve y tus besos.
Y es que no hablo de nadie.
Que hablo de algo.
Ese algo que no quiero que se pierda nunca.
Ese algo por lo que luchare cada día y cada noche.
Ese algo, que no es algo, que es todo.
Esa sonrisa.
La sonrisa de Miguel.
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Vivir, sentir y escribir
RandomMe gusta compartir lo que siento y, aún más, si os gusta a todos vosotros.