Kellen es un adolescente muy reservado, con un numero inexistente de amigos y una vida muy dificil. Su infancia fue una de las mejores pero su presente es un dolor de cabeza. Él es de esos chicos que se sienta a comer en el baño de la escuela con el...
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Era viernes por la tarde y estaba en mi habitación haciendo la tarea, mientras que escuchaba música concentrado. Tocaba el escritorio con el lápiz simulando que era una batería al rimo de la música, amaba escuchar música mientras hacía tarea. Realmente me entretenía y me hacía olvidar del mundo externo.
Escuché un grito de mi mamá llamándome, así que me quité los auriculares y fui hasta su habitación encontrándola revisando su closet desesperadamente. Extrañado y le pregunté qué hacía.
-Jen nos invitó a cenar en su casa está noche y no encuentro mi vestido vino tinto -Dijo sin mirarme.
- ¿Nos invitó? ¿A todos? -Pregunte confundido.
-Sí, necesito que te vistas elegante. Sabes cómo son las cenas de Jen.
Asentí aún extrañado y fui a mi habitación. Cerré la puerta y vi una foto pegada en esta, eran cuatro niños sonriendo felices. Ese día había sido inolvidable. Recordé como Bruce me ensañaba a patinar con su skate y Steve y Connor discutían por quien era mejor en la patineta. Ese día habíamos ido a un parque a las afueras de la ciudad y Steve estaba estrenando su nueva patineta y nos había invitado. Había sido muy divertido ya que luego de eso la Sra. Jen nos llevó a McDonald's y Bruce empezó a discutir con Steve y este le lanzó helado a Bruce y le ensucio la camisa. Y así fue como terminamos todos en una guerra de comida y llenos de helado, a pesar de que luego nos regañaron a ninguno le importo porque nos habíamos divertido, y para aquel entonces eso era todo lo que nos importaba.
Aún seguía extrañado por invitación de la Sra. Jen, tenía aproximadamente un año que no iba a la casa de Steve. Tal vez era por el trabajo de mi madre. Antes cuando era pequeño, casi todos los meses íbamos y comíamos las cuatro familias. Luego la Sra. Jen se divorció del Sr. Mark y después se mudó la familia de Connor y por último paso lo de mi padre. Desde ahí dejamos esa costumbre.
Tome una duche y me vestí con pantalón de vestir negro y una camisa de botones manga larga. Estaba listo, así que salí de la habitación a buscar a mi mamá, pero está todavía estaba en el baño. Fui hasta la habitación de los gemelos y los vi viendo tranquilamente su programa favorito de televisión. Estos se veían adorables con su atuendo formal, sentí un jalón en mi camisa y volteé para encontrarme a Jazmín.
-Pero que hermana tan guapa tengo, pareces una princesa -Le dije para tomarla en mis brazos y darle un beso en la mejilla.
Jazmín tenía un vestido de flores amarillas, se veía muy linda con sus rizos rojizos. Parecía una pequeña muñeca. Esta rio y me abrazo por el cuello, era tan adorable.
- ¿Ya están listos? -Pregunto nuestra mamá que venía saliendo de su habitación.
Se encontraba luciendo un elegante vestido que solía usar cuando salía a reuniones o cenas con mi padre, se veía igual de resplandeciente que aquellas veces. Claro, estaba más decaída y faltaba esa hermosa sonrisa que siempre poseía. En su rostro ocultaba con un poco de maquillaje unas ojeras de cansancio, y se notaba que cada día era matador para ella. Aunque ella supiera disimularlo, era mi madre. Por lo tanto, la conocía bastante bien.
