Traición, Traición.
Me enviaste tu confianza.
Me gritaste tu amistad.
Me asegure.
Los arboles soplan.
Y tu te burlas de mi.
Me hiciste reverencia,
Me quebraste. Ahora
Mis trozos escurren por el
Piso, y se me escapan de las
Manos.
Tus sombrías manos estaban detrás de tus arteras intenciones.
Eres peor que los troyanos, eres peor que los pecadores.
No soy ingenuo, no trataré más, nunca más. Pero hay algo masoquista dentro de mi.
Algo me tienta.
Tus sucios trucos ya me desgarran, viejo titiritero.
Tu risa de oreja a oreja cubren tus filosos dientes. Que no temen nunca en salir.
Viejo amigo, flamante traicionero. Ignoras, por tu ignorancia. Detrás de esas solidarias manos se encuentra un un cuchillo, que grita y escurre sangre.
Detrás de esos ojos esperanzadores se encuentra la traición más grande.
¿Acaso fue mi ignorancia, Acaso jamás me tendiste la mano, Acaso jamás me ignoraste, sino que ni me hablaste, Acaso puedo caer en tu sucio truco de nuevo o quizás ni existe tal truco? ¿Cómo es que me traicionaste si nunca me gritaste tu amistad?
Te odio, no soy una marioneta, viejo titiritero. No anhelo que me escuches sólo cuando estés de humor. No más, me rebelo, si tanto me odias, entonces yo te aborrezco. ¿O yo fui el que te ignore y tu te sientes indignado?
