El tabaco dominó su sistema dando puerta a un mundo que solo él conocía,
un mundo de fantasía
que únicamente a él le pertenecía
y aunque bien sabía que no era real era feliz con lo que hacía.
Encendió otro cigarrillo y observo como el humo danzaba frente a sus ojos, era una hermosa danza fina y elegante que lo hacía viajar más allá de marte.
La bailarina se encamino por su garganta hasta desembocar en sus pulmones donde restos de anteriores bailarinas yacían.
Aquel denso humo volvió a seducirlo con su elegante danza a la cual no pudo negarse;
cedió ante aquella bailarina grisácea permitiéndole adentrarse.
La bailarina se extinguió hasta desfallecer dejando en su lugar una colilla sin poder brindar más placer.
Parecía más un cadáver inerte.
Dejó que aquella bailarina descansará en paz y ya no pudo fingir ser valiente.
Dio paso a una nueva y fresca bailarina la cual encendió para darle vida, esta lo seducía más que la anterior; bailaba con una gracia y elegancia mayor,
como solo ella podía hacerlo.
Esta vez la bailarina trajo un cómplice que tenía por nombre alcohol, juntos tenían un solo objetivo: hacer saltar al hombre por el balcón.
objetivo que estaba siendo cumplido pues aquel hombre quien los consumía ya había olvidado hasta de donde venía.
Finalmente los cigarrillos y el alcohol ganaron la batalla, él hombre dejó todo atrás, su pasado y su futuro se extinguió ante los pies de aquellos dos.
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1ra edición: 11/01/18
Última edición: 25/06/18
