Capítulo 4

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Denisse:

Y no supe si reír o golpearlo:

—No es necesario todo esto, sé que es tu amigo pero... ¿No te parece ridículo?—quité los cabellos de mi frente.

—¿Parece que bromeo? No justifico lo que hizo, mas puede haber algo...—dijo entrecerrando los ojos un poco pero no lo dejé terminar.

—No, José, no digas mas suficiente por hoy. Solo...—agache la cabeza y mis ojos amenazaron con romper a llorar.

—Ya sé, lo siento, deja te llevo a tu casa, no ocupas decirme nada mas, olvida lo que dije—me acomodé al instante y él solo cerró la puerta del coche sin siquiera mirarme. El cruzó para poder entrar a el asiento de conductor.

Luego del resignado silencio de ambos, llegamos a mi casa, solo quería olvidame de mi mala suerte, de mi castigo por haber hecho las cosas mal, quería estar lista para todo el alboroto que se armaría no solo en mi cabeza, sino a mi alrededor.

Quería quedarme en el auto, estaba tan caliente el ambiente que casi podía dormir ahí, mis manos sudaban a causa de la temperatura del café. 

—Oye... ¿Quieres...—empezó a decir José algo incómodo al notar mi silencio.

—Bueno podrías pasar a tomar algo—le dije sin mirarlo.

—¿Eso quieres?—me preguntó quitando las llaves para guardarlas en el bolsillo de su pantalón.

—Claro que si, bueno... Sé que ha pasado muchas cosas en tan solo una noche pero has hecho mucho por mi—terminé diciendo y ya sin pena.

—No dudes ni un momento en que te voy ayudar, en lo que sea—dijo resaltando las palabras "en lo que sea"

—Gracias, lo mismo digo —asentí e intenté salir del auto.

—Deja abro la puerta—y Enseguida bajó del auto y abrió la puerta y me ayudó a bajar.

Ambos caminamos muy lento, mi casa estaba en frente, el único lugar para estacionar el auto era en frente de la mía. Pero a pesar de la cercanía ambos lo hicimos todo muy lento sin decir ni una palabra. A lo lejos notamos una sombra en el suelo, parecían bolsas de basura pero no recordaba haber sacado la basura, al menos no el día anterior, pensé por un momento que sí, pero me aseguré cuando aceleré mis pasos y vi un cuerpo tirado en medio de la acera.

—Calma, no te asustes—dijo José al ver mi cara de terror.

—Dime que no es...—me cubrí el rostro con ambas manos.

El cuerpo desplomado traía puesto lo mismo que él. Solo que estaba sucio, cubierto y oliendo a alcohol, despeinado, casi ni parecía él.

—Es Ricky, pero esta...—Tocó su muñeca para controlarle el pulso—solo esta dormido, o se desmayó, en cualquier caso, no es bueno que esté aquí, ¿Cierto?

—No quiero verlo, me alegra que esté bien, pero no lo quiero cerca de mi, no después de lo que vi—me alejé.

—Denisse... Solo miralo, conzoco como se pone este hombre cuando esta borracho, no lo deja inconsciente, bueno al menos no después de las seis de la mañana, esto puede tratarse de otra cosa—me dijo casi suplicando.

—No insistas mas, quiero tranquilidad, ya he visto y escuchado suficiente. ¿Puedes llevarlo a casa?—me crucé de brazos y no lo quise mirar una vez mas.

José suspiró antes de asentir y agachar de la cabeza.

—¿Estarás bien?—me preguntó mientras se ponía de pie, seguido me tomó del hombro.

—Claro que si, solo hace falta un baño y quiero descansar, mañana tengo que ir al panteón, los necesito, necesito sentir a mis padres—dije y mi voz se quebró.

Me abrazó, puso sus brazos se extendieron por mi espalda dándome palmadas, necesitaba estar en los brazos de mis padres, como cuando era niña, pero no podía quejarme de aquel calor, me calmó.

—Ya... Calma, todo va a estar bien—dijo susurrando, me soltó y me dio un beso en la frente, mientras yo cerraba los ojos muy fuerte—descansa, ¿Si?

—Gracias—me sequé las lagrimas y desvié la mirada—¿Necesitas ayuda con él?

—No, está flaquito, es igual que una pluma, no habrá mucho problema, ve a dormir ya—sonrió mientras me despedía con la mano.

—Hasta pronto—me despedí de igual forma.

Caminé mirando al suelo en todo momento, no miré atrás, busqué las llaves en mi bolso, encontré chicles, labiales, peines, nada. ¿Dondé pude haber dejado mis llaves?
Esas llaves simbolizaban mi tranquilidad, mi escondite no tan secreto pero que a fin de cuenta era mio.

Miré hacia atrás, José estaba cargando a Ricky, lo subió a su auto con mas dificultad de la que suponía, era tan alto que ya ni cabía.

Estaba apunto se subirse al auto, cuando giró una vez mas y miro hacia mi casa, me miró a mi. Cargó las llaves de su auto y cerró la puerta, en menos de lo esperaba se acercaba mas y mas a mi.

—¿Ocurre algo?—me preguntó preocupado mientras ponía ambas manos en sus bolsillos.

—Este...—me puse nerviosa, no sabia que decirle, ya tenia suficiente con lo de Abigail, con llevar a Ricky a su casa, no quería que tuviera que ver en mas cosas—no pasa nada.

—Oh, entiendo, ¿Porqué no entras? Ya es tarde—funció el ceño.

—Bueno...—queria llorar, ¿porqué todo esto me tenia que pasar a mi? Justo hoy.

—Perdiste las llaves, ¿cierto?—sonrió de medio lado.

Abrí los ojos al sorprenderme.

—¿Comó lo sabes?

—Pongo la misma cara que tu cuando me pasa—rió— ¿Que harás?

—Podria llamar a mi tía, tiene una copia—recordé

—Llamaras a tu tía que vive a media hora de tu casa a las tres de la mañana, ¿lo harás?—entrecerró los ojos un poco burlón.

—No tengo de otra, deja de torturarme— suspiré.

—Ven conmigo—tomo mi brazo.

—Espera—quité su mano—no puedo, no iré en el mismo auto que él. No es capricho si es lo que piensas, es solo que... No me siento cómoda.

—No puedo dejarte aquí, vamos, él se quedará en mi casa solo hasta que se despierte, es mas. Ni siquiera sabrá que estas en mi casa, él dormirá en mi cama y tu en otra habitación, la tuya estará cerrada, sirve que a la hora que tengas que ir al panteón podemos recoger a tu tía y podría llevarlas—dijo muy rápido.

—Ya es suficiente, no puedo hacerte eso, es demasiado.

—Miralo de esta forma, quiero tener la mente ocupada. No quiero torturarme cada segundo pensando en lo que pasó, haslo también por mi—volvió a tomarme del brazo.

—Eres un hombre difícil, ¿lo sabes?—sonreí.

—Lo sé.

Nota:

Esta aquí lo que prometí :) espero les guste, quiero opiniones porfa <3 disculpen si tardé demasiado u.u

Buscando La Felicidad En Lugares Erróneos/ Temporada 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora