Capítulo 39

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Cuando Melissa respondió al teléfono, ni siquiera levantó la cabeza de la almohada para que sus palabras se escucharan con claridad. Ese mismo número desconocido la había llamado más de cinco veces y ella lo había ignorado todas ellas, pero finalmente se decidió a contestar.

—¡Deja de llamarme de una vez! ¡Déjame en paz! —gruñó y su voz sonó grave a causa de las horas que había pasado llorando.

Una voz en inglés se escuchó al otro lado de la línea.

—¿Mel? —preguntó—. ¿Estás bien, cariño?

Ella abrió los ojos, sorprendida.

—¿Mamá?

Una risa musical llegó a través del teléfono, Una voz que una vez había logrado traer infinita felicidad a su vida y que ahora, con suerte, escuchaba un par de veces al año.

—¿Cómo estás, princesa? —preguntó su madre alegremente—. Te llamo desde Tahití, deberías venir a visitarme.

Mel guardó silencio unos instantes y finalmente volvió a hablar.

—Has visto las revistas, ¿verdad?

—¡Un periodista vino a entrevistarme a la isla subido en una lancha a motor! ¡Qué encantador! ¿No es increíble? —Su voz era tan optimista como siempre, como si nada malo pudiera sucederle jamás a Kate Gordon—. Me sentí taaaaan feliz. Siempre lo imaginé, ¡Julen y tú! Él estaba taaaaan enamorado de ti cuando erais pequeños... No dejaba de perseguirte de un lado a otro, tratando de molestarte, pero en cuanto te girabas todos podíamos ver cómo se quedaba mirándote... Oh, Dios mío, el corazón de los hombres no olvida, Mel, ¡es taaaaan maravilloso!

Las lágrimas acudieron de nuevo a los ojos de Melissa y su garganta se atenazó. Había pasado meses sin hablar con su madre y de pronto...

—¿Puedo llamarte en otro momento, mamá? —preguntó con un hilo de voz.

—¿Estás emocionada? —se escuchó a Kate al otro lado, volviendo a carcajearse felizmente—. Oh, ¡qué tierno! Me hace taaaaanta ilusión...

Antes de que su madre pudiera seguir hablando de ese modo taaaaan desmoralizador para ella en esos momentos, Mel se despidió con rapidez y colgó el teléfono, lanzándolo al otro lado de la cama.

Después volvió a enterrar su cabeza en la almohada.


Me siento fatal por Mel :(, pero me muero de ganas  de empezar a subir la segunda parte de esta novela.

Queda una última llamada y seguimos con la historia <3 Me ha quedado claro que os encanta Cristina jajajaja ¿qué pasará a partir de ahora? Lo sabremos pronto.
¡Mil besos!

¡Mil besos!

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Lo llaman Karma y Lo llaman Destino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora