Prólogo.
Hace cinco años.
-¿Sabes que dejándome caer no solucionas nada, cierto?- Pregunté aferrándome más fuerte a la viga que me mantenía en el aire, a más de 50 metros del suelo.- Sabes que quiero que mi madre esté bien, Jake, si caigo, todo se irá a la mierda y lo sabes. Ayúdame, te he dicho que yo te ayudaría también. Juntos conseguiremos los medicamentos para mi madre.
-Un trato. Arreglemos esto con un trato.- Contestó sentándose a la orilla del balcón. Mis manos sudaban, yo estaba temblando, sabía que moriría de una u otra forma.
-¿U-un trato?-Pregunté nerviosa.- ¿De qué hablas?
-Haré que tu madre se recupere y que sea una mujer sana.- Hizo una pausa.-Pero a cambio, tú debes morir.- En su rostro, apareció una leve sonrisa. Un pequeño nudo en mi garganta comenzó a notarse. ¿Morir? ¿Eso en qué ayuda a mi madre? Miré a Jake fijamente.- Vamos, Alexa, sabes de qué hablo. Tú mueres, te sacamos tu lindo corazón y se lo entregamos a tu madre. Ella sobrevivirá, y tú morirás. No veo lo complicado de todo esto.
-Acepto.- Dije. Cerré mis ojos y me dejé caer. Oí el grito de Jake, sentí el viento por mi espalda, la gravedad intentando hacerme flotar, pero mi peso lo impedía. Deseaba que esto terminara pronto, para no pensar más. De ahí, todo negro. Oí el sonido de una ambulancia a los lejos, mucha gente murmurando cosas. ¿Por qué no abres los ojos y dices que estás bien? Me pregunté a mi misma. Llévame, aléjame de este lugar, por favor. Abrí mis ojos, pero inmediatamente los cerré, la luz que había casi quemaba mis ojos.
-Te estábamos esperando Alexa Munnik.- Dijo una voz dulce. Intenté levantarme, pero al abrir los ojos descubrí que me encontraba sentada, frente a cinco o más personas vestidas de blanco.- Ahí estás. Fuiste muy valiente al soltarte.- Hizo una pausa que a mi parecer duro una hora.- Eso merece una recompensa.
-¿Recompensa? ¿De qué hablan? ¿Estoy muerta? ¿Quiénes son ustedes?-Pregunté extrañada.
-Tenemos un trato para ti, un trato que te volverá a la vida, y si eso responde a tu pregunta, si, estás muerta, Alexa.
-Haré lo que sea para volver a la vida, deseo ver a mi madre.- Contesté rápidamente.
-Pero hay condiciones que debes cumplir, para que el trato se cumpla.
-¿Cuáles? Las aceptaré de todos modos.- Dije precipitadamente. Esto ya se tornaba más extraño, ¿no estoy en un hospital? No, me acaban de decir que morí. ¿En el purgatorio entonces? No me lo imaginaba realmente así. Miré a mi alrededor no se veía nada, solo había una banca, en la que estaba sentada y nada más. ¿Rejas? No. ¿Entonces, dónde estoy? Finalmente me fije en la persona que se encontraba delante de mí. Era bella. Me miraba en silencio. Claro que necesitaba una respuesta inteligente. Vamos, di algo inteligente.
-Acepto.
Oh rayos.
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Darachiel - El amor por sobre el trabajo
FantasyBueno chicas/os espero que disfruten esta historia. Se que no he publicado nada, pero volveré a hacerlo dentro de muy poco :) No olviden comentar que les pareció y que les gustaría leer a continuación. Cariños, muuaaa:*