Aiyana Reed apretó el móvil entre sus manos. Agitada. Pero no lo daba a notar. Soltó un suspiro. Sus cuatro mejores amigas habían desaparecido en lo que iba la noche y si el instinto no le fallaba...ella podría ser la siguiente en desaparecer.
- ¿Quién eres? – preguntó al teléfono. Nadie le respondió. - ¡jo.der, me has estado llamando toda la pu.ta noche! – gritó desesperada. Tenía dieciséis llamadas de ese número y ni siquiera sabía de quien se trataba – tú...tú las has secuestrado...- farfulló Aiyana, refiriéndose a sus amigas.- Se donde estás ahora – le respondió él. Tan mecánico y relajado. – te estoy viendo. - Aiyana solo logró ponerse más nerviosa al oír esas palabras. Miró a ambos lados de la habitación, estando completamente sola – así que...escucha, necesito que salgas de la habitación en donde estás.
- No lo haré. – respondió ella. Nerviosa.
- Nena, tienes dos minutos para salir de tu preciosa habitación ¿vale? O si no me tocará a mí tener que sacarte de ahí... si es que no nos quedamos un rato a probar la cama...
- ¿Vas a matarme? – susurró Aiyana. Apunto de derramar las primeras lágrimas de la noche.
- Sal de la habitación. – le dijo serio. Sin escrúpulos, como siempre. – o esta vez te juro que mato a una de las pu.tas que me he traído. – y rio por el teléfono. – no, no...quiero decir: tus amigas.
Aiyanasalió fugaz de su habitación. Casi corriendo, jadeante y con el pánico en la garganta.
- Eso es...- susurró Ian, por el teléfono. – ahora ve a la cocina.Y entonces, una ligera idea se instaló en la mente de Aiyana. Colgó el teléfono y corrió con todas sus fuerzas hasta la puerta principal de la enorme mansión de sus padres en Las Vegas, pero cuando intentó abrir la puerta...ya era demasiado tarde.
- Ah, ah. – negó él. – te dije que vayas a la cocina. - Aiyanasintió las manos de aquel hombre apretarle la cintura, sintiendo el contacto de su piel con la suya, tibia, temblorosa, suave, un desliz jodidamente provocador y sensual, pero que a la misma vez la sumía con salvajismo entre los brazos de él. Ian le tapó los labios a la misma vez que obstaculizaba su respiración. Y antes de que ella pudiera caer desmayada, Ian susurró algo en su oído. – resultaste más guapa que las demás, eso... - delicadamente se hundió entre el cabello de Aiyana, entre su apetecible olor, la estaba dejando sin conciencia, y poco a poco se sentía dueño de ese cuerpo que ella manejaba. Ese, que empezaba a ponerle. – me gusta.
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Pd: La chica de la imagen es Aiyana :D
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Secuestrada 1T #SSS
Teen FictionQue me castigue Dios Pero contigo Yo te deseo tanto Cuando vas a estar conmigo Mi corazon te quiere Why pregunta en sus latidos Me dice que por que No puede estar contigo Voy a tener que hacer Algo indebido Para poder lograr Lo que tanto yo he queri...