- Tu amigo...
- Espero no te haya asustado, es un cabrón...siempre ha sido así. – Ian abrió una lata de Red Bull. Aiyana no le quitaba los ojos de encima. Había escuchado poco, pero lo necesario como para tener ciertas dudas.
- No me ha asustado.
- Entonces espero no a verte asustado yo.
- ¿Te puedo hacer una pregunta? – sus bonitos ojos brillaron de repente. Ian la miró... que bien se sentía perderse en su mirada.
- ¿Qué?
- ¿Qué más harás conmigo? – le preguntó Aiyana. Y en realidad era la pregunta que se había estado haciendo desde que había llegado ahí.
Ian arrugó la lata, tirándola al pequeño basurero de la cocina. Y es que... ni él mismo lo sabía.
- Te tendré aquí por un par de días más. – le dijo sin mirarla. No quería que ningún sentimiento estúpido se pasara por él en ese momento.
- ¿Para qué? – le volvió a preguntar ella. Esta vez necesitaba saber más información, se puso de pie. - ¿vas a matarme, es eso?
- No digas tonterías.
- Dime la verdad... lo he escuchado de tu amigo...
- Te lo dije, es un cabrón. – Ian intentó irse, ahora fue Aiyana quién lo tomó de una mano antes de que él pudiera desaparecer.
- Dime. – le pidió Aiyana. Ian bajó la mirada, la tibia piel de Aiyana rozaba con la suya tan exquisitamente, le gustaba, le parecía tan sublime. Volvió a mirarla.
- Te he dicho que no... - susurró él. Ahora ligeramente tímido. Oh mierda. Odiaba con el alma sentirse de esa forma. Como si le costara hablar con ella.
- ¿Puedo saber por qué? - Aiyana volvió a preguntar. Y quizá esa era la pregunta más absurda que los oídos de Ian habían escuchado. Su propia víctima preguntándole por que no la asesinaba.
- Que te de igual saberlo ¿vale? No te interesa Aiyana. Es problema mío. – Ian la soltó de las manos, intentando irse de nuevo.
- Pero quiero saberlo... - Aiyana volvió a jalarlo, esta vez del brazo. Y a pesar de que él tenía la fuerza suficiente como para soltarse, no lo hizo. Sus fuerzas habían desaparecido en ese entonces.
- No quiero ir a la cárcel. No quiero problemas, solo quiero el dinero y te dejaré libre...
- ¿Solo por eso? - Aiyana lo miró deseosa. Quería escuchar más. Tal vez un...'no te haría daño' algo que le diera una pista, ¿una pista para qué? Ya ni siquiera ella misma sabía lo que quería.
- Sí Aiyana. – le respondió él. Y no diría más. – no quiero ni un jodido problema más en mi puñetera vida. Ya son bastantes los que tengo.
- Perdón...
Ian se soltó esta vez, Aiyana lo dejó ir.
- Y pronto yo también dejaré de ser un problema para ti... - le dijo él. Como siempre. Sintiéndose la mierda más repugnante del mundo. La persona más cruel. El problema más grande. Él y siempre él. Sin pensar que tal vez para Aiyana... y solo para Aiyana, él nunca había sido un problema. - pronto te dejaré libre.'rzO�N�
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Secuestrada 1T #SSS
Teen FictionQue me castigue Dios Pero contigo Yo te deseo tanto Cuando vas a estar conmigo Mi corazon te quiere Why pregunta en sus latidos Me dice que por que No puede estar contigo Voy a tener que hacer Algo indebido Para poder lograr Lo que tanto yo he queri...