El hombre con el que estaba Ángela se paró y dijo:
—No sé qué te pase hoy pero tu bien sabes que Ángela y yo estamos saliendo, por qué vienes aquí a gritarnos
—Ángela qué es todo esto que me está diciendo este tipo, di algo por favor— le imploré desesperado
Ángela se acercó a aquel hombre y le susurro algo al oído, después me tomo del brazo e hizo que la acompañara al pasillo.
—Alex, que pasa que haces aquí, tu sabes muy bien que terminamos
—¿Qué? ¿Por qué? ¿Cuándo? — le pregunte
—Hace 4 meses, no me digas que no lo recuerdas, no te diré nada más, por favor vete no sé en qué estado estés, pero este es mi trabajo y él es mi novio así que ya no tienes nada que hacer aquí.
Ella entro a su oficina y yo me quede solo. Parecía que mi cabeza me daba vueltas así que me fui caminando hacia la salida.
En mi auto comencé a desesperarme, no entendía porque no recordaba nada, no sabía que había pasado hacia 4 meses y no tenía idea de quién iba poder ayudarme.
Me fui temprano a mi casa, al menos ahí podía sentir como que nada había pasado.
Decidí hablarle a mis padres, quizá ellos sabrían que había estado haciendo en ese tiempo, pero no me contestaron.Sentía que me iba a volver loco, era como si alguien me hubiera estado robando la memoria.
Me sentía muy triste de saber que había perdido cuatro meses de mí vida y que además durante ese tiempo habían sucedido cosas horribles.Eran las 6 pm y no podía dejar de pensar en Ángela, porque antes de que pasará eso yo me iba a casar con ella y además tenía un empleo estable pero ahora nada. Me quedé profundamente dormido y no desperté hasta el otro día.
Deseaba que fuera un sueño, pero no lo era. Decidí seguir la rutina que solía conocer, excepto ir al trabajo, en vez de eso busqué mi nombre en Google y la primera noticia que me apareció fue que yo había puesto mi propia empresa en las afueras de la ciudad de Nueva York, mi propia empresa de partes de autos, no lo podía creer. Busque la ubicación, tome mi auto y maneje hasta ahí, cuando llegue parecía un sueño, esa empresa era tal y como siempre lo había imaginado.
—Señor lo estábamos esperando— me dijo un hombre más o menos de mi edad — ayer nos preocupamos por su falta, ¿todo bien?
Yo lo miré extrañado y le dije
—Necesito de tu ayudaEl señor cuyo nombre ni rostro reconocía me siguió sin hablar hasta la que parecía ser mi oficina.
—Qué es todo este misterio— me dijo
—Necesito de tu ayuda, ahora mismo no sé quién eres, pero tú me conoces, supongo que has estado conmigo los últimos cuatro meses, necesito que me recuerdes que pasó. — le dije casi suplicando
El hombre, el cual era un poco más alto que yo de barba y cabello oscuro, me respondió
—Claro que le ayudó señor, ¿se encuentra bien? Mi nombre es Roberto, hace cuatro meses que trabajó junto a usted, soy su asistente. Y esta es la pequeña empresa de partes de automóviles que usted ha creado.
Cada que avanzaba el tiempo una cosa nueva salía a la luz y yo no recordaba nada...
—Roberto, ¿Tu conociste o conoces a Ángela?
—No, cuando nos conocimos usted me comentó que por fin había terminado con ella.
Eso había sonado muy mal porqué estaría yo feliz de haber terminado con mi novia.
—Es obvio que usted tiene un caso de amnesia por qué no va a ver a un doctor— me sugirió Roberto
—Ya lo he pensado, pero tengo miedo de que piense que estoy loco, además tengo que averiguar lo que hice en este tiempo.
—¿Puedo ayudarlo en algo? —Me pregunto
—Encárgate de lo que pase en la empresa, iré a mi casa a ver si puedo encontrar algo.
Al llegar ahí, sin perder ningún momento, comencé a tirar todo tratando de buscar algo que me diera una idea de lo que había pasado, no solía llevar un diario, ni ser de esas personas que tomaban notas de todo, además hacia unos meses que recordaba haber cerrado mi Facebook, abrí y cerré cajones, busque entre mi ropa alguna pista y nada, lo repito, parecía por arte de magia.
No tenía idea de que era lo que iba a hacer, necesitaba a Ángela, así que tome el teléfono y le marque a ella, como era de esperarse no me contesto, pero le deje un mensaje en su buzón.
"Ángela, ya sé que no quieres escucharme, lo de ayer no fue al propósito, no entiendo nada de lo que está pasando, literalmente no recuerdo los últimos 4 meses, necesito de tu ayuda, no tengo a nadie más que pueda ayudarme, ojalá escuches esto"
Me senté a esperar su respuesta, sentía que mi cabeza iba a explotar, quería saber la verdad de una vez por todas, pero nadie parecía querer ayudarme.
Paso media hora aproximadamente cuando el teléfono sonó. Conteste en el primer timbre y era Ángela.—¿Qué pasa Alex? ¿Qué es lo que tienes? — me dijo con su tierna voz
—No sé lo que pasa, ese es el problema, al parecer tengo amnesia, pero todo esto es muy raro, no recuerdo nada y no sé qué hacer— le dije
—¿Estás en tu departamento? Puedo ir a verte si gustas— me dijo Ángela
En ese momento sentí un poco de alivio, me sentía emocionado, quería estar con ella porque para mí ella seguía siendo mi novia, la novia que amaba.
Por suerte, ella no tardó mucho en llegar, al tocar el timbre salí entusiasmado, quería verla y estar con ella, aunque fuera solo para hablar, pero al abrir la puerta no vi lo que esperaba.
Ella estaba parada ahí, pero con su supuesto nuevo novio, sentí como todo empeoraba cada vez más.—Espero no te molesta que Franco me haya acompañado, estaba con el cuándo me llamaste y como solo querías platicar sobre lo que ha pasado, supuse que él podía ayudar. — dijo Ángela
Supongo que la cara que puse en ese momento no fue de alegría o de estar cómodo con la situación pues fue el mismo Franco el que lo insinuó:
—Si hay algún problema puedo irme y regresar después por ti Ángela.
—No, no hay ningún problema, necesito toda la ayuda posible, es solo que no recuerdo esto, no te recuerdo, es como si no te conociera— le dije tratando de tranquilizarme
—Bueno, yo soy Franco— dijo extendiéndome la mano
—Pues mucho gusto, supongo que es la segunda vez que digo esto— le extendí la mano y después volteé y vi a Ángela, la cual se veía muy incómoda.
—Bueno pasen, les quisiera explicar por lo que estoy pasando. — les dijeLos tres nos sentamos en la pequeña sala de mi departamento, no podía dejar de ver como Franco abrazaba a Ángela, algo de él no terminaba de parecerme, creí que solo eran celos, pues hasta ahora Franco solo había mostrado ser buena persona y estar dispuesta ayudarme con mi problema, y eso debía de agradecerlo.
—Bueno pues que pasa— dijo por fin Ángela
—Bueno— suspire— no recuerdo nada de lo que paso, ayer en la mañana desperté sintiéndome cansado, sin saber que había hecho el día anterior, hasta las 11 am una alarma con el título de "recordatorio" sonó y como por arte de magia recordé cosas básicas de mí, pero nada reciente, fui a mi antiguo trabajo para solo descubrir que hace 4 meses que ya no trabajo ahí, y después pues ya lo sabes, fui a verte creyendo que aun eras mi novia, pero nada de eso fue cierto, no sé qué fue lo que provoco esta amnesia pero quiero mi vida de vuelta.
—Debes de ir al doctor, te puedo acompañar si es lo que necesitas, bueno te acompañaremos, quise decir— me dijo ella
—Eso no es lo que necesito, no creo que ir a un doctor me regrese mis recuerdos, necesito más bien tratar de saber qué es lo que hice, que paso entre nosotros y en mi trabajo, por favor dímelo— le dije desesperado.
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Obliviate
Short Story¿Qué sentirías tú al descubrir que al despertar todos tus recuerdos se han ido? ¿Qué sentirías al darte cuenta que lo que creías era verdad ya no existe más? Eso le pasó a Alexander, quien no podía dejar de preguntarse qué le había pasado y porque...