Parte 3: Ángela

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Cubrí mi rostro con mis manos como tratando de que no vieran mi desesperación y pude ver como Ángela le susurraba algo a Franco. Él se paró tomo su suéter y molesto salió de mi casa sin decir ni una palabra mas
Ángela se acercó a mí, me rodeo con su brazo como tratando de consolarme

—¿Qué paso con Franco? —le pregunte

—Le dije que necesitaba hablar contigo, lo veré más tarde, ahora tratare de contarte lo que paso entre nosotros, pero antes necesito saber que es lo último que recuerdas de nosotros

—Tu y yo estando planeando la boda, creo que yo me sentía un poco abrumado con el trabajo, pero solo fue eso... ¿Qué cambio? ¿Cómo conociste a Franco?

Note la cara de preocupación de Ángela, y comenzó a hablar:

"Tú y yo habíamos estado comprometidos, eso lo sabes, pero en los últimos meses algo comenzó a cambiar, tú ya no prestabas atención a nada ni a la boda, ni al trabajo, estabas preocupado por tu nueva empresa, pero solo eso, yo trate de entender, pero sentía que era solo una carga más, después para los preparativos de la boda tú me presentaste a alguien, a alguien que al parecer habías conocido en un bar o algo así, esa persona se suponía que era un planificador de eventos, así que prácticamente te deshiciste de tu compromiso de la boda. Yo comencé a tratar de planificarla con él, pasaba más tiempo con el que contigo y no sé qué paso, pero yo empecé a sentir algo por él, tú te diste cuenta y o esperaba que no me hubieras dejado ir, pero terminaste conmigo, cancelaste la boda e incluso puedo decir que me entregaste a él, me entregaste a Franco."

—¿Estas queriendo decir que Franco es el organizador de la boda, que yo te lo presenté?, cómo pude dejarte ir... — le dije con la cara en blanco

—Así es, eso fue lo que paso, sin embargo, tu y yo no terminamos mal, de hecho, semanas después de que terminamos yo fui la que te comento que estaba interesada en tener algo con Franco y tu dijiste que estaba bien así que espero no estar causándote más confusión con esto, pero así paso.

—¿Cuándo paso esto? ¿no habíamos vuelto a hablar? — le pregunte

—Terminamos hace casi 4 meses, un poco menos y no, después de que terminamos hubo algo muy raro hace unos días, estuviste tocando en mi puerta, pero creí que estabas ebrio así que no te abrí, Franco me dijo que no lo hiciera.

—Bueno, esto es más doloroso de lo que creí... ¿sabes que paso con mi trabajo?

—Solo supe que planeabas dejarlo por tu nueva empresa, no sé qué paso después.

Me quede sentado, mi mirada estaba perdida, todo estaba pasando muy rápido, lo que más me dolía era que Ángela ya no estaba conmigo, y eso no lo podía soportar porque todo había sido mi culpa.

—Bueno gracias por contarme esto, creo que ahora estoy listo para ir al doctor— le dije a Ángela
—Si quieres puedo acompañarte
—Estaría bien, vamos.

El médico me mando a hacer algunos estudios sinceramente estaba más preocupado por lo que había perdido que por lo que pudiera ser que lo hubiera causado. Durante los estudios Ángela, siempre se quedó junto a mí, como si aún fuéramos novios, me costaba imaginar cómo sería ahora que sabía que ya no éramos nada.

—Bueno, pues como es obvio, usted sufrió de una amnesia, hemos checado sus estudios, pero no logramos detectar que es lo que lo ocasiono, ¿ha estado usted tomando algún medicamento? — me pregunto el doctor

—No, a mi lo único que me interesa es saber si podre recuperar mis recuerdos

—No puedo responder eso, a veces se logra recordar algo, otras veces nunca se sabrá que paso. No sé cuál es su caso. — me dijo el doctor.

Al oír esto, yo me enoje y no quería saber nada más, tome mis cosas, ni siquiera voltee a ver a Ángela y me fui.

Quería correr, pero alguien me hablo

—Alex! Alex! espera— gritaba Ángela

Yo me detuve por un momento hasta que ella me alcanzo:

—Perdón por dejarte así, es que estoy muy desesperado— le dije casi llorando a ella

—Yo te entiendo, no sé qué más decirte, solo eso— me dijo mientras me abrazaba.

Podía oler su cabello y recordar todo lo que habíamos pasado juntos, seguía sin comprender como le había dejado de prestar atención.

—Ángela, yo te amo— le dije mientras me seguía abrazando— creo que es lo que más me duele de esto, que tú ya no estás conmigo

—Yo no puedo ayudarte con eso, tú fuiste el que termino la relación, y cuando lo hiciste no tenías ningún problema con la memoria, estuviste muy consiente.

Ella tenía razón, no importaba lo que hubiera pasado, yo había tomado esa decisión antes de que todo esto pasara y quizá había sido la peor de toda mi vida.

—Lo entiendo— le dije— pero déjame estar junto a ti, estando contigo me siento seguro, estoy muy confundido ahora, no sé quiénes son las personas a las que frecuento, me siento muy solo, déjame ser tu amigo, te lo suplico
Ángela se quedó mirándome tratando de encontrar su respuesta. Después contesto:

— Si ser tu amiga te ayudara a que te sientas mejor, cuenta con eso, pero no me pidas más porque recuerda que ahora estoy con Franco y eso va muy bien que no quiero arruinarlo

Tenía que conformarme con su amistad o no aceptar nada, le dije que sí y la abrace.

Después de platicar un poco más, ella se fue a su trabajo y yo me quede de nuevo perdido, sin saber qué hacer. El doctor había mencionado que era bueno tratar de ajustarme a mi nueva realidad, por lo que decidí ver como estaban las cosas en esa dichosa nueva empresa mía.

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