Ella es mi chica (LGTB)

Cap. 1

Nashville, Tenesse.

Se puso el uniforme enterizo, una faena color negra. Se hizo una cola y no se maquillo como de costumbre. Su cabello castaño claro se veía dorado por el sol en esa mañana.

Salió apresurada de casa, no tuvo tiempo para desayunar. Estaba entusiasmada por regresar a la comisaría de Nashville en Tenesse.

- Bienvenida de nuevo oficial Thomson, ¿cómo estuvo sus vacaciones en California? -preguntó Edward Miraval. Un capitán de 29 años que a menudo andaba detrás de Clare Thomson, la más joven oficial de aquella comisaría, graduada hacía 1 año y que con poco tiempo había logrado resolver más crímenes que ningún otro en el primer año.

Clare, se tomaba muy enserio su trabajo y fue por ello que los viejos policías tenían cierto interés y no faltaban algunos que sentían envidia de la joven oficial Thomson. Con solo 23 años de edad, Clare, ya estaba catalogada como una de las mejores oficiales de Tenesse.

-Ya extrañaba el olor a café por las mañanas. La pase bien en casa de mis abuelos pero no tan bien como cuando estoy en Nashville. -dijo Clare- sirviendo un café cargado, las ojeras que tenía eran testigos de una mala noche.

Max Hart, un capitán con sobrepeso y de bigotes negros poblados que andaba siempre malhumorado, interrumpió en la conversación.

-Mucho parloteo por hoy. Oficial Thomson, por favor, acompáñeme a mi oficina. Al parecer las cosas no están bien en Nashville. Necesito de su ayuda.

-¿Qué ha pasado? ¿Otro roba carteras? -preguntó Clare dando un sorbo al humeante y oscuro café mientras seguía al capitán Max Hart que se dirigía a su oficina.

La oficina del capitán Hart siempre estuvo desordenada, oliendo a café y a sudor. El ambiente era pesado y tenía un aspecto vintage; pero esa mañana fue todo lo contrario. La oficina estaba ordenada, incluso tenía un aroma a fresco. Los cuadros ya no producían un dolor de cabeza. Habían frutas en ves de donuts en el escritorio.

-Vaya capitán, parece que alguien a cambiado sus hábitos en mi ausencia. -protestó la joven en un tono de burla y con una sonrisa pícara.

-¿Cómo dijo? -preguntó Hart  desafiante y muy serio- A lo que voy oficial Thomson, hoy en la madrugada hubo un asesinato. Hay testigos de por medio que presenciaron el acto. Sin embargo, no hemos podido hallar al agresor. Según testigos, es un hombre mayor que merodea las calles en las madrugadas en una moto. Eso es todo lo que sabemos hasta ahora. El capitán Edward está llevando el caso. ¿No le ha dicho nada al respecto?

Clare: Nada en absoluto comandante.

Max Hart: Deberían parlotear menos y ponerse a trabajar. -frunció las cejas- bueno oficial, lo que quiero es que hoy vaya a patrullar las calles en la madrugada. Por eso, le pido que regrese a las 6 de la tarde para que vigile las calles.

- Comandante, me gustaría informarme más del caso, ¿puedo hacer más que solo merodear las calles en la madrugada? -Insistió Clare, se sentía inútil con la orden del comandante Hart. Ella quería meterse más a fondo en el caso para llegar con el agresor.
Clare sabía los dotes que tenía, sabía que su intuición podría ayudar mucho en casos como ese. Ella quería a como de lugar atrapar al delincuente. Casos como ese le emocionaban.

-Qué te puedo decir pequeña Thomson, empápate de todo este caso, sabes que esto es lo tuyo. Pero por ahora por favor solo haz lo que te pido. Has hecho un gran trabajo estos últimos meses pero no se trata de niños delincuentes como los casos pasados. Sino, de un pez gordo, hay rumores que el agresor puede ser parte de una mafia. Al parecer se trató de un ajuste de cuentas. No quiero poner en riesgo su vida, mejor dejemos que los expertos se encarguen. -El comandante no dijo más y con una seña invitó a que la oficial Clare Thomson salga de su oficina.

Clare no podía quedarse tranquila, ella necesitaba investigar más y dar con el paradero del agresor, las frías mañanas en Nashville le daban cierto entusiasmo a Clare, había regresado con un objetivo. Vengar la muerte de su padre.

CONTINUARÁ...