Cielo Estrellado

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Recuerdos.
Muchos duelen.
Otros ilusionan.
Y muchos hieren.

Recuerdo tu piel
Aquel color miel de tus ojos y ese cabello que te cubría esos hombros tan pálidos y suaves
Esa sonrisa que era tan tímida y tranquila que con solo verla suspiraba de alivió.

Una noche de cielo estrellado, millones de estrellas nos acompañaban, una que otra caía y tu mano rozaba con la mía.

Se sentía tan bien, como tu mejilla y mis labios se unían en un cálido abrazo. Verte hablar de esa tarde que fuiste al campo a recoger unas cuantas flores y las colocabas en tu canasto.

Yo te miraba a lo lejos, venia llegando de un arduo trabajo. Tu cabello carmesí se movía conforme al viento que soplaba y esos rayos de sol rozaban con tu rostro pálido y lleno de puntos, eras un libro que no se acababa nunca.

Cielo estrellado, recuerdo hermoso en el cuál tus ojos se volvían un espejo, un hermoso estanque el cual reflejaba aquel cielo tan iluminado. Tus pupilas, tus pestañas, tu aroma a primavera. Eso era lo que hacía que este hombre se estremeciera.

Esos pastos que nos hacían cosquillas, al igual que tu cabello que por ocasiones aparecía en mi rostro, como ligeros alfileres que no lastimaban mi piel, en cambio lo acariciaba.

Nunca fuiste nada, pero si fuiste mi mundo. El mundo de un pobre hombre moribundo, sediento de codicia pero termino siendo adicto a mirarte en el campo. Como una niña pequeña corriendo entre el césped con tu canasta colorida de flores de diferentes recuerdos

Cielo estrellado, recuerdos hermosos y una vía del tren.

Te deje una pequeña nota bajo ese tu adorno favorito, tus colgantes. Eran plateados con una figura a muy particular, era como una flor, pero una flor cualquiera.

En esa nota te había escrito claramente que no me siguieras, que aún que doliera tenía que hacerlo, lo tenía que hacer para darle una vida mejor lejos de los campos.

Yo ya estaba esperando, sentado sobre una hilera de asientos para tener paciencia al tranvía. Observaba al suelo, en el cual pude ver una flor crecer entre el pavimento, recordé esa noche estrellada, tus desnudos pies sobre el cosquilleo del césped y tu rostro.

Escuche mi nombre, claro que era mi nombre. Nadie más lo sabía, solo ella.
Cuando menos lo esperaba mire sin necesidad de levantar mi cabeza en la posición que estaba.
Mire aquellos pequeños pies correr, que se tropezaban con un vestido de tela blanca, la cual unas manos pálidas y diminutas lo tomaban para no caer al pisar la tela clara.

Sentí paz al ver tu rostro, venías con una expresión un tanto asustada. Me levante extendiendo mis brazos de lado a lado, aún que te dije que no me siguieras, en gran parte estaba esperando tu llegada. A lo lejos escuche como los motores del tren venían a gran velocidad a mis espaldas. Tu corrías a lo lejos, cada vez más cerca hasta cuando te veo frente a mi, ya era demasiado tarde.

Cielo estrellado, recuerdos hermosos y una vía del tren. Ese vestido que te había regalada aquella tela blanca para que tu misma lo confeccionaras. Fue ese mismo que acabo con tu vida.

El cielo estrellado solo se volvió en estrellas fugases

-Psychxpath

Pedido por Cielo-Estrellado

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