Capítulo XI

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La noche paso rápidamente sin poder dormir dando paso al canto de las aves indicando que un nuevo día había comenzado y un nuevo camino a seguir.

-Muy bien chicos, atención- las caras desveladas y no desveladas se hacían notorias en nuestro grupo en recepción que giraron a ver al profesor Athan quien venía entrando con una sonrisa.

- Este será nuestra última parada antes de volver a casa, nuestro último descubrimiento en la historia de Rumania- decía mirando a todos para ver a su prima la profesora Melany para darle la palabra.

-Es por eso que los días que falten para su regreso, se quedaran en la mansión de verano e invierno de la familia-alzo sus manos para callar el bullicio de alegría de todos- la mansión esta cercas de Brasov así que no habrá ningún problema si quieren ir o venir.

Dicho esto la clase entera comentaba sobre lo dicho por los profesores, me di media vuelta para ir por mi maleta chocando con alguien al alzar mi vista me encontré con era mirada que parecía oro puro, se trataba de Damon quien solo me observaba y pude ver ese brillo de antes y supe que el ya no estaba enfadado conmigo sin más le sonreí levemente para seguir mi camino sonriendo levemente encontrándome con Selene y Leonardo que estaban por subir al autobús.

-Qué bueno que nos tocó juntas-escuchaba a Selene quien abrazaba mi brazo y me observaba- ¿Qué te pasa? -su voz se tornó preocupante y gire a verla.

-A ti no te puedo mentir-le dije seriamente-estoy angustiada y frustrada al no saber que por algo que hice Damon me evade- hice una pausa viendo por la ventanilla fijamente- creo que me enamore de...Damon- gire mi rostro para ver a una Selene Sonriente.

-Lo sabía, siempre lo supe-me dijo viendo mi cara de confusión que traía en ese momento- claro era tan obvio desde el primer día se fijó en ti- le escuché reír divertida- siempre te observaba, inclusive te invito a una cita y ¿Jamás captaste sus indirectas?

-Lo dices como si fuera tan cierto- decía dudosa quedándome pensativa por unos momentos soltando un suspiro- pero... no lo sé- dije un poco cansada- hay algo que me dice que él no desea estar conmigo, algo que se lo impide.

-Bueno aún tenemos cuatro días para saberlo- me decía Selene traviesamente para negar levemente y sonreírle.

-Quizás tengas razón-le murmure para girar de nuevo a la ventanilla y ver cada pino que se cruzaba en el camino junto algún rio dándole una hermosa vista al viaje.

-Chicos quiero decirles que pararemos en el campo de escultura de piedra antes de llegar al castillo Bram- la voz de la profesora se hizo presente llamando la atención de todos para verla tomar asiento de nuevo.

Tiempo después llegamos a ese gran campo con esculturas talladas en grandes piedras, todos bajamos para explorar el gran campo. Como guía la maestra Melany quien explicaba cada escultura que se atravesaba en nuestro camino, por mi parte me detuve quedando atrás del grupo girando en dirección del gran campo teniendo una leve punzada en mi cabeza, tome un poco de aire para caminar en esa dirección ya que algo me llamaba lo podía sentir y no podía evitarlo. Al cruzar todo el campo mi vista quedo maravillada y mi cuerpo hipnotizado ante gran escultura frente a mí. Esa escultura era a tamaño real, era un hombre con una gran espada frente a él, al ver la detallada escultura detenidamente podía ver cada onda de cabello, cada musculo; tenía una vestimenta un poco extraña, su pecho y abdomen están descubiertos, al llegar al final del abdomen se podía ver un enorme cinturón que daba inicio a una gran falda con aberturas a los lados dejando ver la detallada costura de un pantalón y sus botas. En sus manos llevaba muñequeras; pero lo que realmente llamaba la atención de toda esa maravillosa escultura eran esas enormes y hermosas alas en su espalda, cada pluma fue esculpida perfectamente.

La hija de un demonio. "Destino" #1(Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora