Especial.

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El mayordomo se quedo en silencio mientras que veía fríamente a los ¨invitados¨, no faltaba agregar que no le agradaban y bien esto lo sabían ellos. Las ultimas palabras pronunciadas por la chica antes de irse quedaron en el aire la cual era repasadas por ambos chicos.

¨Ustedes eligen¨

Bien si era cuestión de elegir, uno pensaría que lo mas razonable seria irse y dejar de molestar. Pero lamentablemente su razonamiento lógico se había ido desde que cierto alienígena con cuerpo de pulpo había aparecido en la escuela, por lo tanto eligieron quedarse hasta que la anfitriona regresaba- si es que lo hacia- y poder disculparse.

- ¿y bien?- el silencio se rompió con esas palabras de el mayordomo- ¿se largaran de una vez o se quedaran? 

Tardaron un poco en responder, ambos sabían que no se querían ir había algo en ese joven que les hacia preocuparse de ella tan fuertemente, aunque cierto pelirrojo no lo aceptara y un peli-azul lo tomara como como solo aprecio, algo en su interior había cambiado al conocerla.

- nos quedaremos- contesto por fin el peli-rojo, el mayordomo se encogió de hombro en indiferencia.

- bien, como quieran. Solo les advierto algo- su voz se fue transformando en un tono amenazador y un tanto aterrador- si veo a mi ama llorar o frustrarse o cualquier otro tipo de comportamiento no digno que tenga por un par de intrusos, los buscare y hare que pasen el resto de sus tristes días lo pasen igual a lo que son, unas malditas ratas de alcantarilla.

El mayordomo se retiro de ahí sin esperar la respuesta de ambos chicos las cuales se quedaron sin decir una palabra ante la amenaza del mayor, se veía que protegía y se preocupaba por el bien de su ama. Algo en esto hiso que un pequeño enojo brotara de ellos, pero el cual lo interpretaron como desagrado al joven por hablarles así a ellos.

- y ¿ahora que?- pregunto el peli-azul- decidimos quedarnos, ¿para que?.

- no lo se- el peli-rojo soltó un suspiro- creo que realmente arruinamos las cosas.

- si, ella se veía un poco enojada y... ¿triste?

- no estoy triste- aquella voz hiso que ambos se sobresaltaran y giraran sus cabezas a donde provenía esa voz- vaya al parecer su que tienen la conciencia sucia, deberían pedir perdón por todos sus actos malos- la chica soltó una pequeña risa.

- nos asustaste ___-chan- dijo sonriéndole a  la joven, la cual se acerco a ellos.

- veo que decidieron quedarse.

- si, y tu amable mayordomo ya nos dijo las advertencias- dijo con sarcasmo marcado y un poco de burla en su tono de voz el oji-dorado. 

- jeje, si Eric cuando se lo propone no es un  tipo amable- dijo viendo a la puerta con una sonrisa- pero después de todo es el que me cuida desde hace tiempo.

- eh? ¿y tus padres ___-chan?- pregunto Nagisa con una increíble curiosidad, la chica solo sonrío.

- murieron- dijo sin mas, ambos chicos se sobresaltaron, y no fue por lo dicho si no como lo había dicho, tan desinteresadamente como si fuera algo normal- no me miren así, no es algo que ya tenga que decir con tristeza fueron asesinados simplemente, la gente muere de todas formas y eso no se puede cambiar, simplemente era su turno- se encogió de hombros mostrando su indiferencia, ambos muchachos sintieron una gran tristeza dentro de ellos, ¿Cómo era posible que alguien- menor que ellos y todavía con inocencia en algunas cosas- digiera algo así con tanta indiferencia?.

- p-perdón por preguntar- se disculpo Nagisa con total arrepentimiento, ella solo se le acerco y dándole una sonrisa negó con la cabeza.

- ya les dije no tienen por que disculparse, eso ya fue hace mucho tiempo lo eh superado ya- dijo con un tono tan pacifico que seria algo muy difícil de lograr a cualquier que haya pasado por eso- y bien, ¿por que no les enseño la casa?

¿Una asesina sin corazón?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora