Capítulo 3

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Eran las 4:00 a.m.
Estaba desesperada, di un salto y bajé a comer algo. Definitivamente me sentía mal. Después de comer, volví a acostarme.
De repente, un mensaje me volvió a despertar. Era él. Lo ignoré. Hoy tenía que ir a clases de coreano, así que me duché y me vestí informalmente. Bajé las escaleras de mi casa agarrando un café y mis apuntes. Llegué y estuve una hora aproximadamente. Oí una voz bastante conocida.
¿Es difícil para ti?~
Me dolía la cabeza, así que proseguí con llegar a mi casa sana y salva. Llegué a casa y lo primero que hice fué mirar el móvil. Ahora mismo paso de todos los mensajes de Ismael...
Fué lo peor que hice.
Alguien tocó a la puerta, seguramente era Ismael.
Le abrí y estaba llorando, su madre había fallecido por un cáncer linfático. Lo consolé y decidí estar cerca de él hasta que se recuperara.  Le sequé las lágrimas y fuí a comprarle algo de comer.
O... Oye, ¿por qué vas vestida así? - Se rió.
Yo me callé y decidí no decir nada.
¿Vamos a algún sitio? porfi, porfi, porfi - dijo ansioso.
Va... - suspiré.
Somos nuestro propio demonio - dijo sonriente.
Y hacemos de este mundo nuestro propio infierno, ¿era eso? - ergoticé.
Veo que te satisface la lectura...
¿A dónde vamos? - pregunté tranquilamente.
¿Quieres ir al bosque?
...Que idiota - pensé.
No tienes porqué.
Si, claro que quiero ir - no quería herirle los sentimientos más de lo que ya estaban, así que me fuí con él.
¿Qué hago andando con un desconocido? - Se volvían a repetir constantemente esas mismas palabras en mi cabeza.
Todo era demasiado dramático para ser verdad. Pero en el fondo de mi corazón, creía en él, me fascinaba su mirada, su sonrisa, etc.
¿Qué digo? ¡Lo odio! - dije en voz alta por accidente.
¿Eh? ¿A quién odias? - replicó en tono burlón.
N... Nadie - grité con todas mis fuerzas.
Bueno, vale...
Llegamos a un lugar muy bonito, estaba rodeada de árboles preciosos y hermosas flores.
Eran las flores más bonitas que había visto en mi vida...
¡Adela! ¡Despierta!~ Escuché a alguien decirme a lo lejos.
No era Isma, pero su voz era tan dulce como un frío helado en verano.
Habrán sido alucinaciones mías - me decía a mí misma, mientras Ismael me acomodaba el pelo.
Oye, ¿tú me quieres? - le pregunté a Ismael.
P... Pues quizás -dijo un tanto sonrojado.
Anda, ven y te enseño algo muy importante para mí - volvió a replicar.

*  *  *
Espero que os haya gustado, y me disculpo por no haber subido capítulo antes... ^~^

"Una vida sin tí." ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora