Capítulo 14: El inicio del baile

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Llegó el día, hoy era viernes... sí, hoy era el esperado y famosísimo baile.
¿Qué si estaba nerviosa? Ni os lo imagináis.

-Buenos días. -dijo Rachel. La cual durmió la noche anterior en mi casa.
-Hola. ¿Y Finn? -pregunté yo.
-Lo he intentado despertar dándole besitos pero no hace ni caso. -dijo ella confusa.
-Hombre, si le das besos es normal que no se despierte. Acompañame anda. -dije haciéndole un gesto con la mano para que me siguiera.

Subimos a la habitación de Finn.

Cogí la típica y absurda trompetilla de niños pequeños de feria que Finn tenía en su cuarto y la hice sonar.

-¡En pie soldado! -grité soltando la trompeta.
Finn se levantó de golpe de la cama de un brinco y puso su mano en su frente.
-Siempre cae. Ala todo tuyo. -dije dándole la trompeta a Rachel y llendome.
Escuché a Rachel por detrás.
-Vaya invento tan genial. -decía Rachel asombrada.

Nos fuimos al instituto los tres juntos. Y todos hablaban como locos sobre qué se pondrían esta noche, con quién irían y lo típico.

-Hola chicos. -dijimos al llegar.
Santana no dejaba de dar vueltas hacia arriba y hacia abajo algo preocupada.
-¿Qué le pasa? -pregunté.
-No lo sabemos, no quiere hablar. Ni Britt lo sabe. -dijo Mercedes.
-Yo sólo sé, que no sé nada. -dijo Britt.
Nosotros la miramos algo extrañados, la verdad, no entiendo por qué... ya conocemos a Britt.
Rápidamente Santana me agarró de la muñeca y me llevó al servicio de chicas.

-Hey hey calmate Santana. -dije entrando.
Ella seguía nerviosa.
-¿Qué pasa? -le pregunté.
-Es mi primer baile anunciando que me gusta Britt. -dijo ella.
-¿Y qué tiene de malo? -dije.
-¿Es qué no te das cuenta? ¡Somos dos chicas! Eso está mal visto en cualquier sitio por mucho que digan que no. -dijo ella.
-Pero vosotras oficialmente estabais saliendo. Y lo sabían todos ¿no? -pregunté.
-El caso es que... no. Sólo lo sabéis los del Glee Club. ¿No te has fijado en que Britt y yo actuamos diferente fuera que dentro del Club? -dijo ella.
-Lo cierto es que no. Pero Santana, tú eres una de las personas más valientes que he conocido nunca. ¿Por qué a alguien como tú le iba a importar lo que piensen los demás? -le dije.
-Por miedo al rechazo. No me van a tratar igual. -dijo bajando la cabeza.
-No importa cómo te trate gente que piensa mal de ti. Nosotros te queremos tal y como eres. No te asustes de lo que pueda pasar esta noche. Lleva a Britt al baile y seréis la pareja del año. No lo dudes ni un segundo más. -le dije levantandole la cabeza.
-Gracias Dani. Tú familia es genial. Todos sois tan humildes que os tengo envidia. Por eso siempre he insultado a Finn. -dijo ella.
-Somos amigos. No te preocupes. Y ahora quiero que vayas y besas delante de todos a Brittany. ¿Me has oído? -dije.
Ella me sonrió.
-Espera. ¿Por qué me has contado todo esto a mí? -le pregunté.
-Porque eres tal y como creía que serías. -dijo ella sonriendo.

Volvimos las dos juntas a la taquilla.

Y cuando Santana estaba sacando los libros de su taquilla un chico con la chaqueta del instituto se apoyó a su lado.

-He oído lo tuyo con Brittany. -dijo el.
-¿Y tú quien eres? -le dijo Santana.
-Soy Josh Copen. Capitán del equipo. Creo que necesitas a un chico que te endereze y yo soy perfecto para la labor. -dijo el.

De repente llegaron las chicas y se pusieron a nuestro lado.

-Esfumate caraculo de mierda. -le dije yo.
-¡Ya! -dijo Tina.
-Tranquilas chicas, intento que se vuelva normal. -dijo el chico.
-Es normal. -dijo Britt.
-No es una opción y si lo fuera tu serías la última. -dijo Quinn.
-Ohhh, sois una panda de bollos. -dijo el estúpido.
-¿Y qué si lo somos? No tendrías posibilidades. -dijo Rachel.
-¡Lárgate! -gritó Mercedes.
-Gracias chicas. -dijo Santana.
-Con nosotras aquí nadie te hará nada. Te lo prometemos. -dijo Britt.

Al llegar a casa, empecé a ducharme y vestirme. Me puse el vestido rojo que había comprado junto a las chicas.

-¿Qué tal estoy? -le dije a Finn.
-Da... Dani... estás estás guapísima. Sam es un chico con suerte. -dijo el.

Me acerqué a él y le puse bien la corbata.

-Siempre te la pones mal. -le dije.
El me sonrió.

Llegó el momento, sonó el timbre. Sería Sam, ya que Finn iría a por Rachel.

-Encantado Señora Hudson. Soy Sam Evans, es un placer. -dijo Sam dándole la mano a mi madre.
-El placer es mío, pasa Sam. Danielle baja en un momento. -le dijo mi madre volviendo a entrar a la cocina.

Yo bajé por las escaleras.

El me miraba con la boca abierta.

-Estás preciosa. -dijo el ayudándome a bajar.
-Tú también. -le dije.
-Te he traído algo. -dijo el sacando una cajita.
Abrió la caja y sacó una cadenita para el cuello.
-¿S de Sam? -pregunté.
-De Sam y de siempre. -dijo el recogiendome el pelo lentamente para ponerme el collar.
-Me encanta. -le dije.
El se acercó a mí lentamente, pero en ese momento apareció Finn.
-¿Interrumpo algo chicos? -dijo el con cara pícara.
-Lo cierto es que si imbécil. -dije riendo.
Sam rió.
-¿Aún no has ido a por Rachel? -le dijo Sam.
-No, iba ahora. -dijo el.
-Date prisa. Ya conoces a Rachel... es algo impaciente. -le dije.

Mi madre llegó cuando Finn se marchó.

-Bueno chicos, una foto para la prosperidad. -dijo mi madre.
-Ay dios mío. -dije llevando mi mano a la frente.
Sam rió.

-Guapísimos

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-Guapísimos. Anda podéis iros. Pasarlo bien. -dijo mi madre.
-Encantado de haberla conocido. -dijo Sam abriendome la puerta del coche.

Mi vida siendo hermana de Finn HudsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora