Querido hijo.
La tía Lia te regaló una bandana para que cubras tu cabeza.
Estuviste tan renovado este día, cómo si el cáncer no existiese.
A pesar de las ojeras violáceas que tienes, a pesar de tu tos, palidez y delgadez, hoy sonreíste.
Falsamente, pero al menos te esforzaste en hacerlo.
Tranquilo, querido. Conservaré nuestro pequeño secreto.
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Querido hijo: No te mueras. [2]
Historia Corta❝Nunca me cansaré de pedirte perdón por haber provocado todo este dolor.❞ Han pasado cinco años desde que Meredith despertó. Todo marchaba de maravilla en todo sentido, hasta que Jack fue diagnosticado con cáncer de pulmón apenas cumplió sus prematu...