Tenerlo tan cerca y no poder hacer nada me destruía. Hubiese querido correr hacia él y abrazarlo tan fuerte que doliera. Hubiese querido besarlo. Muchísimo. O tal vez hubiese querido sentir lo mismo que sentí la primera vez que lo vi. Nada. Absoluta y completamente nada. Pero lo único que sentía era tristeza de verlo y no poder tenerlo.
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Inspiración de un corazón roto.
No FicciónInspiración de un corazón roto fue hecha para ti. Tú, que llegaste, observaste y actuaste para destruir mi ilusión a los 16 años, cuando era una adolescente que no sabía nada sobre amor y mucho menos sobre rupturas. Para ti que, siendo un adolescent...