Capítulo 5

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Después de hablar con Bill, comencé a pensar en cómo conseguir lo que él quería.
Mencionó cosas muy extrañas, al terminar de hablar él dijo...

"Lo que necesito está entre lo que temes"

No tengo ni la más mínima idea de a qué se refería.

*Yo no le temo a nada* Pensé

El temor es para los humanos, no para los demonios.
No soy tan débil como ellos.
Incluso soy más fuerte que Bill.
Esa siempre ha sido la ventaja.

*NOTA PARA MÁS ADELANTE*
Lamentablemente, me equivoqué
*                                                         *

Caminé por mucho tiempo hasta que llegué a la cabaña.
Entré y ya todos estaban trabajando.
Fui a mi habitación a ducharme, me vestí y salí a trabajar.

Mabel estaba ocupando mi puesto mientras yo llegaba, Soos estaba en su oficina y Stan se dirigía hacia mí.

- ¿Qué haces aquí parada?¡Mueve el trasero y trabaja! -

No hablé, sólo me dirigí a la caja registradora y Mabel se fue a jugar con Pato.

Pasó una hora y ni rastro de Dipper.
Hasta que lo vi salir con un traje negro, un moño en el cuello y sin su gorra.
Muy elegante.

Me limité a preguntar y simulé no haberme percatado de su estancia ahí.

Un minuto después, un tipo muy elegante tocó a la puerta de la cabaña y Dipper fue a abrir.

Dipper salió de ahí, me levanté de mi silla y fui a mirar qué demonios pasaba fuera.

Pacifica y Dipper estaban hablando, ella llevaba un vestido de gala color verde mar, su cabello agarrado por un moño y una bolsa que complementaba al vestido.

*VAN A IR A UN BAILE*

Ambos subieron al auto lujoso de Pacifica y lo último que vi fue el rastro de polvo que dejó el auto al irse.
Pacifica podría arruinar todo, si yo no los separaba, nadie lo haría.
Sólo un cliente se encontraba viendo los productos y Stan, Mabel y Soos se encontraban en la sala.
Creé una ilusión de mi forma humana, para que pensaran que yo estaba ahí, el cliente seguía viendo, yo ya había salido de la cabaña.

Me detuve frente a un árbol, me devolví a mi forma de demonio y me hice invisible a la vista de los humanos.
Salí a toda velocidad a la mansión de Pacifica, seguro que la fiesta sería ahí.

Al llegar muchas personas del pueblo se encontraban acampando fuera de la mansión, no los dejarían entrar, para qué demonios estaban ahí.
Las personas millonarias que habían acudido los miraban con desprecio, y dejaban ver su ego más alto que nada.

"Ellos no merecen ser tratados así"

Pasé por la entrada, nadie me veía, así que no importaba por dónde entrara.

Después de eso, ya todos se encontraban celebrando en el lujoso salón de los Northwest.
Yo, aún delante de la puerta de la mansión, me regresé a mi forma humana e hice aparecer sobre mi cuerpo, un vestido demasiado elegante, hasta para Pacifica.

Hice que las puertas se abrieran y entré, dejando a mi paso bocas abiertas.

Pacifica y Dipper se encontraban bailando, no se habían percatado de mí hasta que yo estuve a unos metros de ambos.

- ¡¿Qué haces aquí?!- Dijo Pacifica caminando hacia mí.

- Nada, sólo vine a hacerle compañía a Dipper, es todo, no creo que la tuya le sea sufuciente - Mi sonrisa malvada apareció

- _-_____, no hagas esto, deja a Pacifica -

- Esta conversación es entre ella y yo, tú no te metas -

- Espera Dipper - Pacifica hizo que él se quedara parado donde estaba y ella se puso más cerca de mí, me jaló del brazo y me hizo salir de la mansión, ordenó que cerraran las puertas

- Tú no tienes por qué tratarme así - Me solté de su agarre

- ¿Quién crees que eres? No fuiste invitada a la fiesta, deja a Dipper, es mío -

Solté una risa

- ¿Tuyo? Ay Pacifica Northwest, no me hagas reír, míralo, nadie le pertenece a nadie -

- Pero lo hará-

- Si él no te quiere, deja de estarle rogando -

- ¿Rogando? Yo no le estoy rogando, simplemente le estoy tratando de mostrar que soy MUCHO mejor que tú -

- ¿Ah sí? ¿En qué? -

- En todo, a parte, desde el primer momento en que te vi, me diste una muy mala impresión, tú tramas algo, y yo descubriré qué es-

- ¿Quieres saber qué es? Investiga lo que quieras, inventa cualquier cosa sobre mí, Dipper nunca te querrá- Yo sonreía maliciosamente

- ¿Quieres guerra? Guerra tendrás - Dijo Pacifica y me miró fijamente

- Claro, te esperaré con ansias-  Me di la vuelta y me fui de ahí, dejándola sola.

Ella regresó a la fiesta, yo, en mi forma de demonio e invisible para los humanos, los observé durante toda la noche.

No hicieron nada interesante, casi todo el tiempo jugaban y bailaban.
Hasta que Pacifica y Dipper hicieron un recorrido por el jardín, solos.

- Dipper, tengo que confesarte algo- Pacifica agarró la mano de Dipper

- Claro, dime -

- Me g-gustas, desde la primera vez que te vi, por eso era así con ustedes, quería llamar tu atención -

Dipper abrió los ojos y paró de caminar

- Oh, Pacifica, gracias pero, yo quiero a alguien más - Dipper detuvo el contacto entre Pacifica y él

- _______, ¿No es así? - Su voz se hizo débil

- Sí - Susurró Dipper

- Pero ella no es lo que parece, presiento algo, ella te está usando, estoy segura -

Me comencé a enfadar y del cielo comenzaron a aparecer nubes rojas, la luz de la luna desapareció.

Ellos no se habían percatado de eso y Pacifica le decía más cosas sobre mí.

Yo estaba cada vez más furiosa.

Comenzó a aparecer fuego alrededor de mi cuerpo y las plantas que se encontraban en el jardín se marchitaron.

Yo me acerqué a ellos y me hice visible.

Dormí a Dipper y a todos en la mansión, sólo eramos Pacifica y yo...

The Bill's Sister (Dipper Y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora