"Necesito conocerte... otra vez"

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- Ya se han ido.

Lo acompañé hasta su habitación. Los dos estábamos en silencio. Supongo que, al igual que yo, Kyungsoo estaba pensando en lo que éramos y lo que pudimos ser. Era raro, habíamos estado a punto de besarnos. La conversación que tuvimos antes de eso me hizo viajar al pasado, cuando nos conocimos en Corea. Pero en realidad, no era igual. No podía ser lo mismo, porque no éramos las mismas personas que entonces. Pero... ¿Y si era mejor? "Nunca lo sabré", pensé. Pero estaba equivocada. Eso sólo acababa de empezar.

Como dije anteriormente, llegamos hasta su habitación en silencio. Abrió la puerta con su tarjeta y me miró.

- ¿Quieres pasar? – Dijo. Había pasado mucho tiempo pero yo aún lo conocía bien, y reconocí su inseguridad a través de sus gestos, su mirada, su tono de voz.

- No, de verdad, yo... - Me di la vuelta. Sabía que era un error. Si esto avanzaba, nos haríamos mucho daño. No puedo permitirme destruir a la persona que me reconstruyó a mí.

- Por favor. – Me cogió del brazo. – Necesito conocerte... otra vez.

Y cedí. Entramos y me senté en los pies de la cama de matrimonio. Me preguntaba con quién la compartiría. Ante todo, no olvidemos que yo seguía siendo una EXO-L.

- Kyungsoo... Tengo que decirte algo.

Él asintió e hizo un gesto que me daba permiso para seguir.

- No te enamores de mí. Nos vamos a hacer daño. Es paradójico que te pida esto cuando te he llegado a querer más que a nadie. Pero yo me entiendo.

Me miró muy serio. Se sentó a mi lado y posó sus ojos en los míos.

- Jia, ¿sabes qué sensación tienes cuando conectas con alguien? Desde que nos conocimos pude ir más allá de las barreras que te imponen el idioma, la cultura los prototipos que idealizas en tu mente... Me revolviste la vida, ¡me hubiese olvidado incluso de cómo me llamo! Junto a ti, lo del tiempo era relativo. Si no estabas se pasaba lento y a tu lado era un suspiro. Siempre he sido muy constante en eso de cumplir mis sueños y tú te convertiste en uno de ellos sin dejar de ser mi motivación para los demás. Tú puedes pedirme que no me enamore de ti, y yo puedo decirte que no lo haré. Pero no es verdad. Esto, sé que sólo me pasará una vez en la vida y lo siento, pero yo me enamoré de ti el día que te vi.

Tragué saliva. No sabía qué decir. Me parecía increíble que pudiera perdonarme con tanta facilidad, aunque luego entendí que a lo mejor el amor que sentía podía vencer a la ira. A lo mejor, podía vencer al mundo.

De repente, cuando me dispuse a abrir la boca para esbozar cualquier respuesta que no tenía planeada, se abrió la puerta de la habitación. Imagínate mi cara cuando apareció Jongin. Al principio, Kyungsoo y yo sólo estábamos callados. Jongin nos miró serio, primero a mí y después a él. Sonrió de aquella manera que sabe hacer y le dijo a Kyungsoo:

- ¿Ya te has buscado una españolita?

Altibajos de emociones #KYUNGSOODonde viven las historias. Descúbrelo ahora