Rio rojo

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— ¡Amigo! Te extrañé tanto—. El oso de peluche abrazó al niño y este también correspondió.
El oso se dió cuenta de tantos cambios que sufrió su amigo desde la última vez que lo vio para salvarlo del coma y de las pesadillas. Fred le preguntó dónde estaba aquella "cosa" con algo de desprecio; al instante, él apareció detrás del chico.
Hey, ten algo de respeto— contestó la sombra molesta.
— ¿Para qué? ¿Para intentar matarlo otra vez?
— Oigan, tranquilos. Fred ya sabes que él me está ayudando —. El peluche miró de mal humor al niño por defender a la pesadilla.
— Sólo esta vez te dejaré que estés con él, pero no andes llorando de por lo que te lo advertí.
— Yo ya no soy el mismo niño que solía ser ¿ok?— levantó la voz el pequeño al igual los brazos, pero luego se río muy leve como si estuviera nervioso— nunca lo seré, así que deja de tratarme así…
— Ajá ¿y qué? Ya no intentes darme miedo para que puedas hacer lo que quieras, yo estoy aquí para protegerte y punto— se defendió el peluche evitando sentir miedo además por su conducta.
Creo que tu madre te está llamando, mejor vámonos antes de que se den cuenta que "estás hablando solo"— desvío el tema la sombra, él niño le hizo caso y caminó hacia la sala.
El oso gritó que al menos él era real así para ofender a la sombra y efectivamente lo consiguió pero aquel no le importó.

[…]

Pasaron casi dos meses, la madre estaba un poco preocupada por el menor. <<"¿Qué tal si él hace una locura y tuvieramos que enviarlo al manicomio">> se hacía la misma pregunta durante la última semana de vacaciones; quería hacer algo pero no sabía cómo, procuraba que su hijo tomará sus medicamentos, "siempre" lo vigilaba.

Primer día de clases, ¿y bien?, no es tanto el caso que aquellos harían alguna estupidez.
— ¿Todo listo?
— Si mamá, gracias— contestó el pequeño con inocencia… la cuál ya no la tiene.
— Pórtate bien—. Se despidió y luego se fué a caminar, ¿por qué? su marido se fué llevándose el automóvil, trágicamente.

¿Y toda esta merienda? ¿Acaso vamos a comer niños?
—No, esta es una escuela aparte no soy caníbal— replicó el niño surdamente.
Perdón, me comí una coma.
"Ja ja, que gracioso; bueno ya casi va ser la hora de ir a la clase de… historia y al parecer está en el salón 4C"
¿Historia? Aburrido, aunque no sé qué es eso pero bueno…
— ¡Oigan, miren quien regresó! — se acercó un niño rubio de diez años acompañado de una niña de pelo negro y otro niño pelirrojo. — La misma niñita de siempre.
Está padre tu "historia" ¿eh?
— Dejenme no estoy de humor.
Tu nunca estás de buen humor mi amigo.
— ¿Te puedes callar?— volvió a contestar el niño, los demás se le quedaban viendo de manera confusa.
— No sé con quién estás hablando, pero eso no me detendrá que te dé "una bienvenida" después de estar llorando debajo de una mesa durante un maldito año.
— ¡Déjalo estúpido! Tu no sabes por cuánto tuvo que pasar — defendió al niño una niña de pelo naranja llamada Emily. 
Los tres mayores se fueron ya que un profesor los estaba viendo; el niño la agradeció y la saludó al mismo tiempo, al igual que ella a él. Los dos entraron al salón y este vio a su otra mejor amiga; obvio que se saludaron, ¿acaso volvió a ser feliz?

[…]

Ya no volveré a acompañarte a la escuela, ¡me dormí tres veces!
"Yo también pero… olvidalo"
Oye, ¿acaso no son los mismos chicos que te encontraste en la mañana?
"Ay mier…"
Los otros chicos lo vieron y comenzaron a corretealo; este, igual, empezó a correr, por suerte era la hora de salida y su madre llegaría tarde, así que aprovecho irse a la calle.

Espera, tengo un plan.

Los tres chicos se separaron para buscar a su víctima favorita, el rubio entró a un callejón pensando que tal vez se habría escondido dentro de los contenedores de la basura. Nada.

La sombra en seguida jaló la parte trasera de la camisa del rubio, llevándolo hacia la orilla de la banqueta; dándole la señal al menor de dejar de estar detrás de una banqueta, se puso a un lado y pateó un skateboard disimulando ser un accidente y eso causó que el chico cayera de espaldas justo cuando venía un auto.

La llanta aplastó la cabeza. Esa parte de la calle se convirtió en un río rojo. Todos estaban asustados y el conductor sentía culpa por no evitar eso.

¿Cómo está mi chico?
"Bien. Perfectamente bien"

Remember I Told You That I'm Sorry- Fnaf 4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora