No se habla en la biblioteca

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Soltó un suspiró luego de apilar la última caja y estiró su espalda para relajarse luego de mover un par de ellas para colocarlas en la cajuela del automóvil que le habían facilitado para transportar todo el material literario que necesitaba para trabajar en su departamento aunque todavía se estaba cuestionando dónde metería todo eso cuando ya tenía cajas y estantes llenos de libros, sin contar los que estaban por doquier; tal vez debería comenzar a organizar uno de esos días, pero se dijo que cuando terminara con la entrega a final de mes podría empezar porque incluso su desorden tenía un orden por extraño que pareciera.

Estaba por subir al auto para marcharse cuando recordó que su cliente le había pedido que le facilitara unos documentos que no había encontrado en línea y maldijo entre dientes al notar que no llevaba encima nada para tomar notas y su móvil lo había olvidado en su departamento, pero se acordó de que llevaba una cámara.

"Y decían que esta antigüedad no serviría de nada Sr. Li"

Uno de los hombres para los que había trabajado anteriormente había estado limpiando su hogar por sugerencia de su nuera para ordenar –otra forma de decir que tirara la basura que tenía acumulada en su garage- y entre todas aquellas cosas había salido una cámara vieja que aunque lucía obsoleta todavía funcionaba, y el anciano se la había regalado alegando que podía venderla para ganar algo de dinero si no quería utilizarla luego de que el resto dijera que probablemente tenía arañas viviendo en los mecanismos internos.

Tal vez no podría tomar notas pero bien decían que una imagen valía más que mil palabras y ese día iba a comprobar esa teoría.

"Bien, ¿dónde están esos estúpidos documentos que necesito?" Se preguntó a sí mismo luego de entrar a la biblioteca más grande de la ciudad y aunque tal vez estaba alardeando, era la mejor que había visto en su vida con toda su tecnología y decoración, aunque la realidad era que nunca había dejado el país –ni la ciudad-, pero le gustaba pensar que era al menos una de las mejores que existían, en especial por el papel que jugaba en dicho lugar.

"Espero no me decepciones" pensó mientras ajustaba que todo lo que era necesario saliera en el cuadro de la fotografía o sería igual a no haber llevado nada.

-Oiga, ¿qué está haciendo?- cuestionó y es que cuando volteó a su izquierda al sentir un ligero movimiento en la mesa donde estaba trabajando con su portátil vio a un sujeto tomando fotografías en un área donde claramente no se podía hacer dicha cosa siendo que eran documentos legales que resultaba ilegal distribuir de cualquier manera –sé que no es mi problema pero claramente ahí hay una señal que dice que están prohibidas las fotografías- le indicó luego de meterse para que no tomara fotografías pero el susodicho no parecía querer escucharlo y lo peor del caso es que todavía tuvo el descarado de indicarle que le dejara tomar una fotografía más.

"Enserio hay cada persona en esta vida"

El castaño por su parte se sintió confundido cuando el extraño comenzó a empujarlo y aunque le estaba diciendo algo, no comprendió de lo que hablaba porque lo hacía muy rápido o era porque en realidad no le estaba poniendo atención, pero al menos se sintió satisfecho cuando el flash pareció cegarle un momento mientras lo llevaba a la salida.

"¿Qué diablos se piensa?" Se preguntó a sí mismo al ser echado a tropezones de la biblioteca cuando trabajaba en el jodido lugar, sin duda era una cruel ironía.

Estaba pensando en tomar cartas en el asunto pero recordó que no tenía tiempo para ponerse a discutir y ya había tomado las fotos necesarias así que por esa ocasión lo dejaría pasar. Miró la cámara y se dijo que era mejor ir a revelar el rollo cuanto antes, aunque no sabía qué tanto tiempo le llevaría encontrar un lugar que pudiera hacer tal cosa a como estaban las tecnologías en esos tiempos.

Luego de tomarse un descanso de dos horas para comer algo mientras trabajaba y esperaba que las fotografías fueran reveladas, le entregaron un sobre con ellas que no pudo ver hasta que llegó a su departamento y mientras las pasaba para revisar que hubieran salido bien –o de otra forma no le serían de utilidad-, encontró una fotografía un poco movida de aquel sujeto, aunque no recordaba que fuera tan bien parecido, pero la realidad era que estaba muy ocupado presionando el botón de la cámara e intentando no ser echado como para ponerle atención.

Iba a botarla al cesto de basura pero antes de hacerlo algo lo detuvo y se auto convenció de que sus acciones eran meramente legitimas y que guardaría dicho elemento como una pieza que le podría ayudar a buscar justicia otro día y encontrar a su "agresor", uno bastante apuesto a decir verdad, así que al final guardó la fotografía entre las páginas de su libreta de apuntes que siempre llevaba encima cuando trabajaba.

Sintió su bolsillo vibrar y vio que tenía un mensaje.

No se habla en la biblioteca {KyuSung}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora