Gabriel

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-¿A donde vamos? -pregunta Zacarias mirando en todas las direcciones.

-Vamos a comer algo, tenemos tiempo antes de la siguiente clase y yo no he desayunado -les digo. Benjamin asiente sin decir una sola palabra y nos sigue.

-Yo traje un sandwich- responde el nerd, y lo tomo del brazo cuando intenta sacarlo de la mochila que cuelga de su hombro.
-Traer el sandwich que te prepara mamá es suicidio estudiantil- aseguro.

-Pero es mas nutritivo que la basura que venden en la cafeteria...- responde, aunque baja el brazo derrotado. Adoro ese instante de duda.

-Tu sabes si quieres pertenecer al grupo de los perdedores-

-Deja que se coma el maldito sandwich- al fin Benjamin ha abierto la boca. No es tan debil como habia creido antes.

-Ustedes saben...- les digo acelerando el paso. La cafeteria esta llena a reventar de estudiantes, pero yo me cuelo en la fila y cuando menos me doy cuenta estoy pidiendo unos deliciosos huevos con tocino y una soda bien fria. No me importa comer lo que sea, asi que me siento y devoro todo con rapidez. Estoy a punto de ponerme de pie cuando alguien me detiene por el hombro.

-Hola, Dalí. Buen nombre ¿eh?

Gabriel sonrie. Lo reconozco a la primera mirada, porque aunque haya cambiado de corte de cabello tiene la misma cara de estupido de siempre. Esos ojos verdes los reconoceria aunque se pintara de negro y se pusiera una peluca afro.

-Hola, Gabriel, tanto tiempo sin vernos...- le digo sin mucho animo y poniendome de pie para deshacerme de el lo mas pronto posible; pero Gabriel me sigue, da pasos tan cortos y rapidos que parece como si flotara.

"No deberias usar el truco de 'los pasitos', la gente se dara cuenta de que no eres humano ", le digo sin abrir la boca. Gabriel tiene la facilidad de meterse en la cabeza de la gente, incluyendo la mia. Lo odio por eso, yo tengo que concentrarme mucho para lograrlo y a veces solo consigo escuchar pequeños pensamientos aislados, lo que me milesta mucho; si pudiese meterme en la cabeza de los demas mi trabajo seria mucho mas facil.

-¿Que rayos haces aqui?- le digo,esta vez usando mi propia voz.

-Me mandarona cuidar tus pasos-.

-¿Por que sigues perdiendo el tiempo? Sabes que los humanos estan perdidos, no saben hacer otra cosa mas que pecar, pecar todo el tiempo. Son tan debiles.
Gabriel levanta los hombros y me sonrie.

-Hemos logrado salvar a muchos- dice muy bajito, tan bajito que apenas puedo escuchar su vocecita empalagosa.

-No a tantos como deberian-.

-Tu sigue en lo tuyo y yo seguire en lo mio. Nos vemos el miercoles en Computacion- se aleja y pronto me veo escoltado de nuevo por Benjamin y Zacarias. Bueno, al menos yo ya tengo dos adeptos. Me vuelvo hacia Gabriel y sonrio cuando veo que el no ha ganado ninguno; camina solo con una sonrisa estupida y nadie se vuelve a mirarlo...
Es tan insignificante...

EstrangedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora