2.¿Por qué ha vuelto?

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Observaba el techo de la enfermería como si fuera la cosa más interesante del mundo. Lo hacía para ignorar al imbécil que se encontraba a un par de metros en la puerta de la enfermería observandome fijamente.
Por cierto ese imbécil se llama, Christian Campbell, uno de los actuales fuckboys de mi instituto.

-¿Cuándo piensas irte? No me agrada tu presencia para nada, te lo estoy explicando porque creo que no has entendido las indirectas; los gruñidos, las miradas de desprecio, etc.-Me expresé esperando a que se fuera de una vez y me dejara tranquila.

Suspiró pesadamente, me miró por última vez antes de salir por la puerta, sonreí al ver que finalmente se había ido.

***

Por fin había terminado aquel infierno y podía irme a mi casa y después podía ir a entrenar y descargar toda mi rabia con el saco de boxeo.

Al llegar a casa me percaté de que mi madre no estaba en casa, así que me dirigí a la cocina y tal como lo imaginaba mi madre me había dejado comida en el microondas.

Cuando finalmente termine de comer recogí la mesa, lavé los platos y después me vestí con ropa adecuada para dirgirme al gimnasio.

***

Estaba sudando, tenía las mejillas levemente sonrojadas mientras golpeaba el saco de boxeo.
Si me llega a pillar Peter sin guantes y golpeando el saco probablemente golpearía mi trasero a casa para no volver a cometer el mismo error.

Golpeaba con todas mis fuerzas el saco a la vez que rezaba en silencio para que Peter no apareciera por aquí.

-Vaya, Peter no va a estar tan contento si se entera que su alumna favorita Emily Watson, está golpeando un saco de boxeo con una fuerza descomunal.-Me sorprendí al escuchar esa voz, pensé que jamás la volvería a escuchar.

Sonreí de lado.

-Supongo que tú no le dirás ¿verdad?-Le cuestioné, fingiendo que no me sorprendía su presencia aquí.
¿La verdad? Me sorprendía muchísimo, me asombraba lo inexpresiva que podía lucir a veces.

-Bueno, tal vez no le diga nada.-Dijo mientras se acercaba a mi posición y me ponía los guantes de boxeo.-¿Sabes que es por tu seguridad no? Pero tu verás si quieres reventarte los nudillos, ese es tu problema.

-Sí gracias.-Respondí cortante.

No tenía más ganas de seguir hablando con el hijo de mi entrenador, Kevin Brooks.
Su padre lo había enviado a un internado en Canadá, porque aquí no tuvo muy buenas compañías y lo condujeron por el mal camino y acabó como un drogadicto, tenía muy mala fama.

Peter estaba destrozado y muy decepcionado con él por lo que decidió enviarlo lejos donde ya no le podía verlo y lograr olvidarse del desastre de hijo que había criado.

En esa misma época murió mi padre así que Peter y yo nos dabamos apoyo mutuo, lo consideraba como un tío.

Ah, ese desgraciado os acaba de revelar mi nombre, y yo que quería haceros esperar y darle un poco de misterio.

¡AGH! Por eso desprecio a los chicos, simpre la cagan.

***
La ducha que me había dado en el gimnasio me había sentado muy bien, me sentía más fresca y menos sudada.

Cuando iba a abrir la puerta para salir recordé los hechos que habían sucedidido esta mañana, me hizo mucha gracia, asi que de la nada me empecé a reír como una loca, carcajeaba. Qué bipolar soy.

-Estás loca-Dijo Kevin mirándome confundido.-Es la primera vez que te veo reír así.

-¿Te sorprende tanto que me ría?-Dije mientras me seguía riendo, negó con la cabeza mientras se unía a mi risa.

Mi día no ha ido tan mal-pensé

Gracias por leer-Imane💫




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