¿Enamorada de una chica? |Lesbianas

Capitulo 28: "De vuelta"

-Tengo que irme-digo poniéndome de pie

-Alex, ¿que pasa?-dice tomando mi mano, yo me pongo a llorar y caigo de rodillas al suelo

-Sarah.... Me engañó-digo sin dejar de llorar y me afirmo a sus piernas

-Mierda, tranquila cariño-dice haciéndome cariño en el cabello

-Lo que me duele no es que se acostara con mil hombres, Esteban, se acostó con mi hermano

-Bebe-dice consolándome y besando mi cabeza

Nos quedamos un rato mas ahí hasta que logró calmarme

-Debo irme ahora, tomaré un bus y...

-No, yo te llevo

-No, no, estas bien acá

-Tranquila, de todos modos en unas semanas tenía que volver-yo lo miro

-Gracias-digo llorando

-Ya, cariño-dice abrazándome, me aparto un poco y empiezo a recoger mi ropa para dejarla en mi bolso, él hace lo mismo y salimos para encontrarnos con los chicos que estaban divertidos drogandose y al vernos esa sonrisa desapareció.

-¿Que pasa?-dice el Nico

-Nos tenemos que ir

-¿Es en serio?-dice el Manu mirándonos tristes

-Pasó algo, tengo que volver-digo sin mirarlos y fijándome en mis manos.

-Yo la llevo-dice rulitos poniéndose la mochila.

-Mierda-dicen y se ponen de pie para despedirse

-Te extrañaremos mujer-dice Oscar

-¿Vendrás a vernos?-dice Manu con tristeza en sus ojos

-Si me invitan vengo con gusto-digo dandole un abrazo.
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Ya estábamos viajando a Santiago, llevábamos varias horas, muchísimas, con paradas a descansar o a tomar algo.

-Queda una hora-dice rulitos sonriéndome, el viaje fue divertido, me hablaba con normalidad para olvidarme de mis problemas y eso me tranquilizaba.

-¿Cuando lleguemos, que harás?-digo mirándolo

-Ir a dejarte y luego ir a mi casa -dice y asiento.

Nos quedamos callados y luego habla.

-Tienes mi número, puedes llamarme cuando quieras.

-Lo se-dije mirando la oscuridad de la noche-tu también puedes hacerlo-digo y lo miro mientras asentía.

-¿Sientes que no fue suficiente no?-dice Esteban y yo asiento-Es por eso que no se puede escapar de los problemas, provocas mas y tarde o temprano debes enfrentarlos.

-Lo se, lo se-digo mirando hacia afuera, no pasó mucho tiempo que mientras hablaba con rulitos vi el cartel que decía estar cerca de Santiago, el nerviosismo volvió y Esteban lo notó.

-¿Donde te dejo?-le di la dirección de la casa de Alan y me dijo que no me preocupara, que hablara bien las cosas con Sarah y que si no merecía mi perdón que no me quedara con alguien que me hace mal.

-Espero que puedan arreglar sus problemas-dice dándome un beso-Perdona, la despedida-dice y yo río.

-Vale-digo riendo-Muchas gracias, te llamaré para contarte que tal van las cosas