No puedes confiar en nadie

Primer día de Cat en la universidad

Cat's POV
18 años
Su primer día en la universidad y los nervios la comían viva, claro que era diferente a la secundaria o a la preparatoria, pero aún así, llegar a un lugar tan grande le intimidaba.
Su primera clase, literatura avanzada, no era su favorita, pues no es lo que estudiaría pero le gustaba mucho leer, el único problema es que era la primera clase y lo que más odiaba era que no conocía a nadie y no era muy buena para socializar como otros pensarían.
En su preparatoria era una de las chicas populares, pero no precisamente porque hablara fácil, simplemente un grupo de niñas la adoptó, les vendría bien alguien como ella, pues era muy guapa y tenía un cuerpo deslumbrante, a pesar de eso jamás fue mala con los demás, siempre trataba de ayudar a los demás con sus tareas y trabajos, llevaba muy buenas calificaciones y con eso era feliz.
Tuvo un novio una vez, duraron un año, él era el capitán del equipo de fútbol en la escuela, al poco tiempo descubrió que la engañaba, pero no lo iba a dejar, estaba muy enamorada de él hasta que un día lo vio...

***
Hizo un gran regalo para él por su aniversario, una cena privada en un restaurante y el hoodie de su equipo favorito autografiado, su papá era un abogado muy exitoso entonces fue más fácil de lo que pensó conseguir todas las firmas.

*Hola cariño, nos vemos a las 3:30 en el campo de la escuela.
Jake xx*

Sus ojos se iluminaron al ver el mensaje. La emoción la tenía tan impaciente que salió antes de su última clase a las 2:30, fue al campo y se sentó en las bancas, estuvo leyendo un libro mientras esperaba a su novio, a lo lejos lo vio llegar y se escondió, aún no daban ni las tres.
Él fue hacia la parte de atrás de las gradas, no soportó la curiosidad y se asomó. Lo vio hablando con una chica, ella llevaba globos que tenían "Kitty" grabado en ellos y un oso gigante con una caja en forma de corazón. Ella misma se arruinó la sorpresa, pero aún no salía de su escondite.
—¿Crees que le guste su sorpresa?
—¿A qué chica en sus cabales no le gustaría todo esto?— empezó a acercarse a él. Estaba poniéndolo nervioso.
—Hoy no Meg, estoy muy nervioso y en serio la quiero
Cat estaba sorprendida por el comportamiento de Meg, era su amiga desde el kínder.
—¿Estás seguro de eso?— empezó a pasar un dedo por su pecho acercándose cada vez más a él hasta que lo tuvo contra la pared,  llevo su mano al cuello, hasta su mejilla y sin más lo besó. Él puso sus manos en la cintura de Meg y la puso contra la pared, empezó a tocarla por todos lados.
Catheryn sintió su corazón romperse, pero esperó para ver si él hacia algo para detenerla.
Cuando llevó sus manos bajo la blusa de Meg, Cat no pudo soportarlo más, no reveló su escondite, sacó su celular y marcó un número. Un tono, dos tonos, buzón. Otra vez, un tono, dos tonos, tres tonos y Jake contestó.
–Hola Kitty, ¿qué pasa?– estaba más nervioso aún que hace 5 minutos.
–Hola cariño, ¿dónde estás?– trató de ocultar lo cortada de su voz.
–Ya voy amor, estoy llevando tu sorpresa
Mentiroso, pensó ella.
–Está bien, te espero.

Jake dio la vuelta para que Cat no se diera cuenta que estaba tras las gradas, llegó muy emocionado cargando todos los regalos y con un letrero que decía: "Kitty, te amo, gracias por ser mi todo".

Cat fingió una sonrisa lo mejor que pudo se quedó parada observando como cada vez se acercaba más y más a su ruptura, le dolía, pero no iba a soportarlo. Cuando Jake llegó la abrazo efusivamente.
–Gracias por todo este tiempo juntos amor
–Te tengo una sorpresa– susurró en su oído. Tomó el letrero y lo dobló, la guardo en su mochila, abrazó el oso y con la mano libre le agarró la mano a su novio, caminaron hacia las gradas.
—¿A dónde vamos Cat?— su voz comenzaba a sonar asustada, pero siguió.
—Shh... Sólo sígueme— Cuando estaban llegando tras las gradas, él la paró.
—¿Para qué quieres ir allá atrás?— ella lo besó y lo tomó del cuello para que siguiera caminando, él se dejó guiar.
Meg seguía ahí, cuando los vio quiso correr a esconderse, pero ya era muy tarde, pues Cat se separó y la llamó.
—¡Meg, querida! ¿Qué haces por aquí?— su tono sarcástico era muy notorio.
—Ahh, yo estaba por irme
—Ella me ayudó a traer tus regalos Kitty–Jake trató de suavizar el asunto.
—Deja de llamarme Kitty Jake, estoy aquí desde las 2:30, vi todo, pero me escondí, eres un idiota.
Meg agachó la cabeza, no sabía qué hacer. Jake empalideció.
—¿A... qué... te refieres? No ha pasado nada, solo me dio tus regalos.
Una estruendosa cachetada sonó contra la mejilla del chico.
—No soy estúpida Jake, sabía que me engañabas desde hace mucho, no quería creerlo, pero ahora que lo vi estoy segura de que no quiero estar más contigo. Terminamos.
Volteó a ver a Megan.
—Y tú, ¿cómo pudiste hacerme esto? Somos amigas desde que teníamos 4 años, creía que eras una persona mucho mejor.
Le dio una cachetada, tiró los regalos de Jake, pisó todo lo que pudo y pateó el oso, se dio la vuelta y se fue.
***