Una broma no tan desastrosa

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Cat estaba sumida en su pensamiento hasta que sintió a alguien sentarse junto a ella. Era una chica de cabello negro y ojos cafés.
-Hola, soy Cass ¿y tú?
-Cat, mucho gusto- tendió su mano para presentarse.
-¿Cat como gato? - una sonrisa salió de Cass.
-Jaja no, me lo dicen mucho, pero mi nombre es Catheryn.
-Mucho gusto Cat

Comenzó la clase y ellas se dedicaron a escuchar la presentación del profesor. El primer día las bromas no podían faltar, sonó la alarma de incendios y en un segundo el aula estaba vacía. Cat salió lo más rápido que pudo, pero al bajar las escaleras tropezó con una botella tirada, cayó hasta el pasillo y se quedó tirada, el brazo le dolía mucho.
Trataba de levantarse y sintió como unas piernas tropezaron con ella y un cuerpo cayó junto a ella. El chico estaba maldiciendo para sí mismo y al voltearse vio a la chica sin poderse levantar, enseguida le tendió la mano, pero al ver que no podía mover el brazo la tomó de la cintura y la ayudó a levantarse.
-Gracias-Cat estaba sonrojada, pues habían quedado muy cerca.
-Luego me agradeces, ahora corre o moriremos quemados.

Empezaron a correr lo más rápido posible, en cuanto salieron vieron que todos los alumnos estaban asustados, pero había unos que estaban riendo mucho, en seguida se dieron cuenta de que se trataba de una broma. Comenzaron a reírse y debido al dolor Cat recordó su brazo.
-¿Tu brazo está bien?- tenía el brazo pegado a su cuerpo sin moverlo.
-No lo sé, me caí en la escalera corriendo y no podía moverlo.
-¿Quieres ir a la enfermería?
-Sí por favor

Se encaminaron a la enfermería, mientras iban hablando.

-Soy Ryan, por cierto- Le dedicó una sonrisa a la chica.
-Cat- Le devolvió la sonrisa
-¿Cat? ¿Cuál es tu nombre?
-Catheryn, pero no me gusta que me llamen así.
-Mmm... Kitty- Cat enseguida recordó a Jake, pero le gustaba que le llamaran Kitty, sentía cierto cariño cuando lo hacían- ¿puedo llamarte así?
-Sí, claro.
-Es que tu cara no fue muy buena al escucharlo.
-Ah, no te preocupes, malos recuerdos, pero tranquilo, me gusta que me llamen así.
-Está bien.

Llegaron a la enfermería y en seguida los atendieron, revisaron el brazo de Cat y le dijeron que tenía una fractura, que debían enyesarle el brazo. Mientras tanto Ryan lo esperaba afuera.

-¿Fractura?
-Sí- Cat hizo boca de puchero.
-Tienes que bajar las escaleras con cuidado Kitty.
-¡Lo sé! Pero ¿cómo lo lograría si todos corrían, empujaban y digamos que las cosas tiradas en ellas no ayudan mucho.
-Woo, tranquila chica, no fue mi culpa. -Ryan reía un poco.
-Tienes razón, lo siento, es solo que la broma terminó mal para mi y eso me hace sentir enojada.
-No hay problema.- le sonrió de manera recomfortante.-Creo que tendré que cuidarte Cat.
-No me molestaría Ryan.

En ese momento Cat se dio cuenta de que Ryan era un chico muy guapo y no solo eso, era musculoso pero no exagerado, ese chico tan atractivo quería cuidarla.

Ryan dejó a Cat en su salón, no sin antes intercambiar números, quedaron en ir a tomar algo algún día, habían hecho un buen lazo.

-¿Qué te pasó Cat?- El espanto estaba muy marcado en la casa de Cass.
-Pues cuando iba en las escaleras me caí sobre el brazo y pues me fracturé.
-Ohh... Y ¿Quién era él?
-Un chico.
-Nooo, ¿me lo juras? Si no me decías eso, jamás lo notaría- Su sarcasmo era obvio y empezaron a reír.
-Calla Cass, se llama Ryan, me ayudó a llegar a la enfermería.
-Es muy guapo, ¿es tu amigo?
-No lo sé, acabo de conocerlo.

Cass y Cat estaban en el mismo edificio de dormitorios, pero no en la misma habitación, entonces caminaron juntas, se habían llevado muy bien, seguramente serían grandes amigas.

No puedes confiar en nadieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora