The One.

Sin Kick Ass ni Hit Girl.

Sus posibilidades estaban agotadas, sus sueños concluidos... Mindy se había marchado, no había manera de volverla a ver y era el momento exacto para dejar atrás todo lo que él había comenzado, no habría más Kick Ass, no más para él.

Los días siguientes a la partida de Mindy habían sido por de más normales, sus noches como justiciero enmascarado habían terminado y estaba muy cómodo con eso, después de todo el mundo podía estar seguro con policías como Marcus por allí protegiendo las calles.
Colgar el antifaz había sido una tarea difícil para él, pero después de una larga conversación con el oficial Williams había decidido que había llegado la hora de hacerlo.
Kick Ass estaba muerto, y de Hit Girl ya no sabía nada, aunque si había noticias en el periódico cada poco narrando como habían asesinado o atrapado a criminales en algunas partes aleatorias de Nueva York. Eran puras suposiciones pero Dave sentía que era Mindy, muy ciegamente lo creía.

El tiempo pasaba, cada vez más lento, días que se convertían en meses y meses que se volverían años. Dave se graduó de la escuela, consiguió un trabajo en una de las tiendas del centro comercial y pronto rentó un departamento, la vida normal que siempre había sido su destino, al igual que el de cualquiera, por fin se mostraba frente a él.
... Pero aun después de todo eso... ¿Por qué se sentía tan vacío? ¿No era eso lo que tenía que hacer? Estaba teniendo una vida normal, sus amigos estaban a su lado, tenía un trabajo estable con un sueldo suficiente, conocía personas nuevas cada día y se había alejado de todo lo que le afectaba...y aun así... Se sentía tan vacío.

...Solo, sin Kick-Ass, sin Hit-Girl...

Una mañana más había llegado, tomo el delantal azul que usaba como cajero, el cual llevaba su nombre en una pequeña etiqueta al frente, tomo su mochila y en su bicicleta salió hacia el centro comercial.
-Dave ¡Hola! – saludó su compañera al verle llegar, Emily, ella al igual que el acomodaba su bicicleta en los lugares asignados.
-Hola Emily... - le contestó el saludo con la mejor sonrisa de idiota posible.
-...Hoy llegas temprano...- ella seguía sonriendo, amigablemente.
-Lo sé... Los últimos días no he podido dormir bien...-
Y Dave lo decía en serio, tras unos pocos meses de "vida normal" ya no soportaba lo aburrido que eso era, además de que dormía hasta tarde pensando en las cosas de su vida anterior, en los problemas que había tenido, en la gente que había ayudado, en sus amigos súper héroes, pero sobre todo... En ella, en Hit-Girl. Nada de eso volvería, nunca más.
-¡Hey! ¿Estás bien?- preguntó Emily, pues el muchacho de cabello rizado parecía haberse perdido en algún lugar de sus pensamientos mientras caminaban hacia el establecimiento en el cual ambos trabajaban.
-¿Qué? - miró hacia ella, era una chica de estatura baja, delgada, pequeña, con cabello rubio y lacio, ojos azules y una sonrisa amable todo el tiempo. Era de cierta forma parecida a Mindy, pero todo lo contrario en personalidad -... Ah sí, estoy bien...- Dave acaricio su nuca, sonriendo nuevamente a la chica.
-Te ves raro... Pero... Tu no me mentirías ¿Verdad?-
No sabía cómo responder a esa pregunta, desde que se había puesto por primera vez la máscara de Kick Ass se había envuelto en tantas mentiras que ya ni siquiera diferenciaba lo que era la realidad, le había mentido a sus amigos, a su familia, pero sobre todo también se estaba engañando a él mismo, y no desde el primer momento al salir a las calles vestido como un súper héroe, sino también en ese momento, que decía estar bien cuando sabía que no lo estaba, quería de vuelta su emocionante vida de héroe, quería el traje verde y la armadura, aquel que bajo llave había guardado en la guarida donde junto a Mindy solía entrenar, quería esa vida, y no la que tenía... Quería esa vida junto a Hit-Girl, como en un equipo, una perfecta melodía.
-... No te mentiría... - Mintió, una vez más.

Trabajaba en una tienda de mascotas con solo dos cajas, una que era atendida por él y otra que era atendida por Emily, no era un lugar exageradamente concurrido y al final entre ratos tenían tiempo libre, tiempo que desperdiciaban en conversar o revisar sus celulares.
-¡Oh! ¡Cierto!- exclamó la chica de cabello rubio, en uno de esos ratos libres, haciendo que Dave mirara hacia ella -... Olvide contarte lo que ocurrió esta mañana.-
-¿Te volvieron a asaltar? - con sarcasmo dijo Dave, pues en los pocos meses que llevaba allí había escuchado decir a su compañera que había sido asaltada un par de veces.
-... Jaja, no... Pero estuvieron a punto...-
Y con eso tomo la atención de Dave.
-... Tu sabes, estaba allí, paré por un café y al salir un sujeto intentaba llevarse mi bicicleta... - empezó a contar -... Se puso algo violento... No lo sé...-
El muchacho de anteojos la escuchaba con atención, quería saber lo que le había ocurrido, al menos conversando con ella no tendría que pensar en su desdicha.
-... ¡Pero luego una chica llego! No te miento Dave, ella tenía como unos 17 años... Y antes de que el me golpeara lo detuvo con...-
-¿Una chica?- Dave interrumpió
-¡Si! Una chica... Rubia... Más o menos mi estatura... No la vi bien ¿Sabes?-
La mente de él una vez más estaba con pensamientos confusos ¿Y si esa chica era Mindy? ¿Qué hacía de vuelta en aquel lugar?
-... Si... Lo sé...- distraído respondió, su mente estaba recibiendo demasiada información que no podía procesar.