Capitulo Uno

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Esto era incómodo. Aunque siempre lo fue, pero está noche era peor. Todos estaban en silencio, incluyéndome. Papá estaba sentado en la cabecera de la mesa, mamá a su derecha al lado de mis hermanos, yo estaba a la izquierda de papá dos silla lejos de el. Lo que me ponía al frente de mi hermano mayor Thomas, de 21 años.

No entendía porque cada año hacían lo mismo, esto era un martirio y todos los sabían, pero nadie jamás dijo nada y no iba ser la que lo haga. Tal vez se están preguntando por que estamos en silencio sentados en está inmensa cosa llamada mesa con todos estos platos preparados a la perfección e incluso la velas en el centro de la mesa y cubiertos de plata.

Era mi cumpleaños y yo odiaba este día.

No lo digo por que odie ver a mi familia reunida, ya que eso con suerte sucedía cada tres o cuatro veces al año, no, no lo digo por eso, sino por lo que está fecha significaba para mi; para todos y aunque traten de ocultarlo, puedo verlos en su cara de disgusto cuando se sentaron en las sillas e incluso cuando estamos aquí, como idiotas sentados sin decir nada, haciendo más fuerte la tensión en el aire. Lo único que quiero es subir a la azotea, a mi invernadero y ver mis rosas, y sí tengo suerte olvidarme por unos minutos este día.

Pero eso no va suceder, ya que estoy atrapada aquí con mi familia en una cena por cumpleaños.

Jugeueteo con las mangas de mi vestido morado debajo de la mesa contando los minutos para que esto termine. Miro arriba, hacia Thomas que está jugando con su comida con una mueca de fastidio, mi mirada se dirija a Lucas que está con su celular debajo de la mesa. A mamá que tiene la cara llena de disgusto y papá, a papá no se le ve feliz o enojado, triste e incluso disgustado, mantiene el rostro inexpresivo. Suspiro y vuelvo a bajar la cabeza. Pasan los minutos y nadie aún dijo nada

Me levanto de la silla y todos miran hacia arriba, a mi dirección. Tomo una respiración nerviosa y le digo:

-Gracias por-por venir a... ve-erme-e e-en m-i-i cu-umple-eaño-os- tartamudeo

-Es tú cumpleaños, claro que nos iban a obligar a venir- dijo Thomas mirándome... o fulminandome con la mirada - ops. Me equivoqué, claro que íbamos a venir con gusto querida hermana.

-Thomas - reprende papá - discúlpate por lo que acabas de decir.

No espero la respuesta de Thomas, digo a todos un "Buenas noches" y subo las escaleras de mármol. Mi familia era asquerosamente rica. Papá era el vice-presidente de una empresa textil por lo tanto tenían dinero. La casa era lo suficiente grande como para perderse. Cuando estaba por la mitad de las escaleras escuche un portazo de la puerta principal. Cerré lo ojos conteniendo las lágrimas que amenazaban con salir. Aún no se porque, después de tantos años de recibir este trato de parte de mis hermanos, me sigue doliendo. An pasado seis años y creo que deberían de superarlo.

Mira quién habla. Sí tú no lo has hecho, ¿Por qué deberían hacerlo Ellos?

Sacudo mi cabeza para alejar los pensamientos de llegan a mi mente y subí más rápido las escaleras para llegar a la azotea.Cuando llegó arriba el viento frío me recibe, me abrazo a mi misma para protegerme del viento y me apresuró a entrar al pequeño invernadero. Lo primero que veo son las rosas blancas, sonrio, eran las favoritas de ella. Me acerco a las rosas y pasó un dedo por sus suaves pétalos. Recuerdos de ella vienen a mi mente, cuando ella me enseñó lo que se de las rosas, cuando me enseñó como plantarlas, como cuidarlas y las lágrimas llenan mis ojos inconscientemente. De toda la familia ella y mis dos hermanos mostraron amor por mi. Todo en la familia Carter sólo dieron a conocer su disgusto hacia mi y mis hermano eran mi único consuelo, pero lugo... ella se fue y mis hermanos me culpa por ello, no, borra eso, toda mi familia parece culparme por ello. Aunque no lo digan está escrito en toda su cara cada vez que me miran o escuchan mi nombre.

Pétalos De RosasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora