Apoyo la cabeza en la ventana del auto y miro las casas y los árboles pasar. Roberto -el chofer- me está llevando a la universidad. Estoy muy nerviosa, hoy es el comienzo de una nueva vida para mi. Una nueva vida, muy diferente a la que e llevado estos últimos seis años. Suspiro lentamente tratando de calmarme. No puede ser tan malo. El auto va bajando de velocidad y me doy cuenta de que ya hemos llegado a nuestro destino. Me despido de Roberto y salgo del auto. El edificio tiene por lo mucho unos 15 pisos, es inmenso, tanto de alto como de ancho.Oh Dios es demasiado grande. Hay demasiadas personas entrando. El pánico se apodera de mi y sólo quiero darme la vuelta y correr.
No seas ridícula, Eleonor. ¿Ni siquiera as entrado, y ya te quieres ir?. Sólo entra y ya.
Obedeciendo mi conciencia, me encamino nerviosa hacia la gran reja de seguridad. El hombresote de la cabina me pide mi carnet de identidad. La verifica, asiente con la cabeza hacia la reja, ya abierta dándome mi identificación. Le sonrio y me apresuró a entrar antes de arrepentirme. El edificio se ve más intimidante por dentro que por fuera. Es de color gris y tiene un hermoso jardín, con árboles, bajos y mesas de picnic, antes llegar a la puerta de entrada. Es como de película. Sonrio y un poco de nerviosismo se va de mi. Agarró las correas de mi mochila y las apreto para darme fuerza y continuar caminado.
Cuando voy atravesando el jardín por el camino de piedra, siento la mirada de varios estudiantes en mi. Odio que me observen. Jamás me sentí a gusto cuando alguien me mira por más de varios segundo. Siempre miran mi pierna derecha. Mi defecto. Mi cojera. Una profunda tristeza me llega al recordar aquel día. Aunque no es mucho, pero aún así es notable, lo que me impide correr como las demás personas o hacer demasiada actividad física. Me apresuró lo más que puedo para entrar y deshacerme de sus miradas.
Voy directo a la oficina de la secretaría para pedir mi horario de clases, ya que el mio lo olvide en casa. Voy a estudiar leyes. Por fin voy ha cumplir una de mis metas. Siempre e soñado con estudiar esto y ahora lo estoy haciendo... o lo voy ha hacer, como sea. Miro mi horario mientras salgo de la oficina. Mi primera clase es en diez minutos. Introducción a la filo...
Chocó contra un cuerpo, lo que me hace perder el equilibrio de las piernas y me tambaleé, a punto de caer. Unas manos me agarraron por los codos, impidiendo que me caiga de trasero al piso. Levanté la vista para tomarme con los ojos celestes amables de una chica rubia.
- L..o..o si..ien..to...to mu..u...cho. - dije tartamudeando - Ve..ni..ia..a dis..
Ella me corto mi intentó de disculpa haciendo un gesto con la mano y me sonrio.
- No te preocupes. - dijo tendiendome mi horario que se me había caído cuando impacte con ella - A todos alguna vez nos ha pasado. Sólo no lo hagas a menudo, algunas personas no son tan amables. - Sus ojos se oscurecieron por un momento pero luego recupero su sonrisa - ¿Como te llamas?
-E...Ele... Eleonor
-Bueno Eleonor, mi nombre es Emma, Emma Sullivan. - hablo tendiendóme la mano para que la estrechar. Cuando lo hice su sonrisa se hizo más grande - ¿Eres de primer año?
- Sí.
Oh por Dios Eleonor. Es la primera chica de tú edad que te habla desde hace años y tú actuas como una idiota. ¡Se normal!
Frunciendole el ceño a mi conciencia descarto sus palabras. Me fijo en la hora y veo que sólo faltan cinco minutos para llegar a mi clase.
- Yo... eh... Tengo una... clase en cinco minutos y bueno... adiós.
- Oh... bueno. Nos vemos luego.
Antes se darme la vuelta Veo que me despide con la mano. Le devuelvo el saludo y me voy corriendo a los ascensores. Cuando llegó a los ascensores veo que los cuatro están llenos de gente y en el tercero parece caben una o dos personas más. Cuando me estoy dirigiendo a ese, alguien pasa a corriendo junto a mi y dirigiéndose al ascensorem que tenía planeado entrar. Es un chico de cabello negro, lleva una camiseta azul y unos vaqueros negro. Me sonríe, mostrándose sus dientes blancos. Su sonrisa es de superioridad, me pregunto por que.
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Pétalos De Rosas
عاطفيةSeis años. Seis años desde que ocurrió. Seis años desde que su vida no volvió a ser la misma. La vida de una persona puede cambiar en unos segundos y Eleonor Carter lo sabe por experiencia. Atormentada por los suceso del pasado, Eleonor está desespe...