Capitulo Tres

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Pip. Pip. Pip. Pip.

El constante sonido de un piteo me hizo despertar. Parpadee lentamente, acostumbrandome a la luz que entraba de algún lado.

El techo era blanco. Mire hacia mi derecha. Las paredes igual. Mi brazo derecho tenía una intravenosa  que estaba  conectada a an suero y uno de mis dedos de mi mano izquierda tenía un aparatito que estaba conectado con esa máquina que emita pitidos. Estaba en un hospital. ¿Por qué estaba aquí?

Los recuerdos llegaron a mi mente. La universidad, el chico del ascensor, las escaleras, la pareja y... mi caída. Oh Dios. Mi caída, estire con mucho cuidado mi mano derecha para apartar lentamente la sabana y dejar al descubierto mi pierna. En mi rodilla en el lado exterior tenía puntos de sutura nuevos. No me dolían y supuse que eran por los calmantes que me debieron poner o la anestesia de la cirugía aún recorría en mi sangre.

Tenía ganas de llorar. Eran una estúpida. Ahora tenía otra cicatris y de seguro más metal dentro de ella. Sí sólo hubiera visto donde pisaba, sí no hubiera tenido curiosidad, entonces no estaría aquí. Y la pareja... oh no... el chico de ojos verdes -Jack- de sólo pensar en que me descubrieron mirando mi cara se sonroja a más no poder. Que vergüenza.

La puerta se abre y una enfermera joven entra por ella. Para un momento cuando me ve despierta, pero luego sonríe amablemte. Se acerca a las máquinas toca algunas cosas y el horrible piteo deja de sonar.

- Supongo que eso te debía molestar - sonríe y se me acerco - ¿Como te sientes?

- Un poco desorientada. - respondi con voz ronca - Tengo sed. ¿Me podría traer un vaso con agua?

- Claro.

La mujer salió de la habitación para después de unos minutos volver a entrar con un vaso con agua en las manos. Me lo tendió para que yo lo beba. Doy pequeños tragos, sintiendo como mi garganta se alivia. Cuando ya he tomado suficiente le doy el vaso a la enfermera. Ella lo toma y lo deja junto a una pequeña mesita de noche que hay al lado de la cama.

- ¿Como te sientes?, ¿Como sientes tú rodilla?- ella dice sonriendo - El doctor está por venir a examinarte.

-¿Que le pasó a mi... - hago un gesto con mi cabeza a mi  pierna que sigue descubierta de la sabana -  rodilla? ¿por qué tengo puntos?

La puerta se abrió antes de que ella pudiera contestar y un hombre de aproximadamente unos cuarenta años entró de ella. Vestido de una bata blanca y con unos pantalones color marrón. Era el Doctor Brooks. En definición... es mi traumatologo.

-Señorita Carter - dice mirándome  mientras se sitúa al lado derecho de mi cama - Es usted una chica con demasiada mala suerte. Explíqueme ¿ Como fue que cayó de un escalón y pudo hacerse daño en la rodilla?.

-No-o lo se-e.

-El daño causado por la caída no fue mucho. Simplemente los clavo que tenía bajo la rodilla se movieron un poco, provocando dolor en la rotula.-dijo mirando el expediente que tenía en sus manos- Tuvimos que intervenir quirúrgicamente para volverlos a colocar en su lugar. pero tendrá que utilizar un aparato ortopedico para la pierna  al menos tres meses o cuatro. Tendrá que mantener en reposo hasta que los puntos de sutura sanen. ¿Te duele los puntos?

-No -respondi - La siento como... adormecida.

-Eso es normal ya queel efecto de la anestesia aún no a pasado. dijo sonriendo - Te mantendremos por un par de días más aquí antes de que te puedas ir a tú casa. Sólo para ver como sigue tú pierna ¿Está bien?

-Sí - respondi y lugo pregunté - ¿Llamaron a mis padres?

El me dio una sonrisa llena de simpatia y negó con la cabeza.

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⏰ Última actualización: Jul 23, 2017 ⏰

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