Capítulo 5:
Día 27
Milu ya empezaba a ladrar, y la verdad crecía muy rápido ahora pesaría unos 5 kilos, y empezaba a comerse el pienso en vez de la leche.
Habían pasado ya unos 16 días desde que lo trajeron y unos 27 desde que Charlie desapareció.
Estos días eran muy duros para mi madre, pues si no aparecía después de 30 días, se suspendía la búsqueda y se le darían por muerto.
Era por la mañana y el sol brillaba más fuerte que nunca, lo increíble era que era invierno y a pesar de que los lagos estuvieran congelados y un manto de nieve cubriera el césped del jardín, el sol se imponía como el rey del cielo.
La casa estaba como nueva, hacia ya unas semanas desde que mi padre instaló la calefacción y mi madre contrató a unos obreros para hacer unos arreglos en la casa como ampliar el baño o cambiar la chimenea de leña por una de gas.
Los muebles estaban recién barnizados y el cuarto de Amy y el mío estaban completamente remodelados.
Por ejemplo yo pedí que me hicieran una especie de columpio barra sillón de mimbre con forma de una gota de agua en medio de la habitación, una estantería remodelada y moderna y una cama más alta y cómoda. Amy, lo único que quiso cambiar fue su vieja cama, por una colgante y en el suelo, poner una alfombra de pelo color rosa chillón.
A la hora de comer, bajé a la cocina y tras de mi bajó Milu feliz como una perdiz. No había nadie, pensé que mi madre estaría en la comisaría de policía, así que me puse a cocinar unos espaguetis con tomate y chorizo, la comida preferida de Charlie.
Llamé a Amy para que bajara, pero no obtuve respuesta alguna, subí las escaleras lentamente y antes de subir del todo me crucé con Amy, me pegué un susto de muerte.
- ¿Qué quieres Matt? - dice enfadada
- Perdóneme usted majestad, pero el personal de cocina se preguntaba si le apetecería comer algo - digo con tono sarcástico y a la vez haciendo una reverencia
- Ja ja, me río - dice ella - ¿Qué hay?
- Comida - la respondo
- No estoy de broma - dice enfadada
- Ni yo - añado
Pasa a mi lado dirigiéndose hacia la cocina.
- No empieces sin mi - le digo riéndome
Antes de cruzar la puerta, se gira y me mira dedicándome una mueca un tanto desagradable.
Abre la puerta.
Un grito desgarrador araña el silencio que se había formado después de mi última palabra.
Bajo corriendo pero tropiezo y caigo sin remedio, me golpeó la cabeza después de ver que Amy salía corriendo con una expresión de horror en su cara. Acabo delante de la puerta de la cocina con la puerta entreabierta, logro mover la mano y empujar la puerta, cuando veo la razón del grito de Amy.
Había algo en la cocina, pero el fuerte golpe que había sufrido me había dejado aturdido y sólo logré ver algo borroso que se estaba comiendo nuestra comida.
Amy se abalanza sobre mi y me coge del brazo, me tira con fuerza hacia el salón arrastrándome y pidiendo ayuda a la vez.
Cuando empiezo a ver mejor, le digo a Amy que me suelte y ella asustada lo hace, me levanto notando un dolor abdominal muy fuerte y un gran chichón en la cabeza.
Me acerco a la cocina y abro la puerta. En el suelo veo los espaguetis y los platos rotos y más al fondo veo... Más al fondo veo... Veo... Veo a... Charlie
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Los Que Miraron Atrás
HorrorAgatha Jens ha muerto, y su único hijo hereda la gran mansión de la viuda. Cuando por fin decide mudarse allí con su familia para un cambio de aires, la familia experimenta la extraña presencia de algo maligno. Sus tres hijos descubren una carta que...