Unforgettable [TaeTen]

Capitulo #4

No puedo ver el final, las preguntas que no dejan de repetirse.

Me pregunto una y otra vez a mi mismo

¿Eres capaz de soportar esto? 

Por supuesto, actuó como si nada pasara y pregunto ¿por que no seria capaz de hacerlo?

Sinceramente, ahora, realmente es difícil

Ante la idea de que no había nadie escuchando mi secreto

El hecho de haber sufrido yo solo, me hace querer llorar

  Seventeen - I can't see the end  

-Hola, Chittaphon.-Este chico era un acosador, definitivamente.

-Piérdete.-Le indico antes de darle la espalda.

-¿Que modales son esos, niño?.

Demonios.

-¿A que veniste?.-Bufando vuelvo a mirarlo siendo re animado por mi madre.

¡Ni siquiera lo conocía!

-Faltaste a clases.

-¿y?.-Enarco una ceja. 

El chico por supuesto no estaba nada cómodo con mi trato pero ¿que tenia que hacer en mi casa?, ¿como lo supo? y sobre todo...¿que importante era su motivo?

-Y le vas a dar un buen trato si no quieres que te jale de las orejas en frente de el.

-Como sea.-Cuando mi madre por fin nos deja en paz y el acosador se quedara frente a la puerta no me quedaba de otra que salir de mi estado de paz. Lo siento madre tu querías que lo tratara bien, pues adiós cama.-Te lo vuelvo a rep...

-Soy Taeyong.-Estira su mano.

Me detengo antes de estar lo mas cerca posible de el.

Observo su mano y luego su rostro, estaba comenzando a sudar, lo sabia.

Chasqueo la lengua y estrecho su mano.

-Bonito suéter.-Sonríe.

Quito la mano de golpe y el abre los ojos, olvidaba por que quería sacarlo de mi habitación.

Mi suéter de verdad que era aniñado para mi edad, pero me lo había regalado Tern en navidad y se había convertido en uno de mis favoritos pero también en uno de los mas odiados, así que solo decidía usarlo de vez en cuando, situaciones especiales, por ejemplo en mi leve depresión por mi estado de salud que igual ahora ya no quedaba rastro de tristeza.

Me saco el suéter y lo aviento a la cama, no, no estaba desnudo ni presumía cuerpo de atleta, ya les dije que los enfermos que no practican deporte mueren ñangos y débiles.

-Taeyong.-Pronuncio arrastrando aquel nombre.-Vuelvo a repetir, ¿a que veniste?

-Ya te lo dije, faltaste a clases y se que no tienes amigos en tu clase.

-No los necesito.-Me cruzo de brazos.

-Ahora parece que si.-Su mano que antes había recojido ahora esta sosteniendo la correa izquierda de su mochila.

-¿Te vas al punto?

-Te traje los apuntes.-Sonríe y cuando ve mi rostro inexpresivo aprieta los labios.

Me estaba empezando a sentir nervioso y no era por el, claro que no pero ¿a quien le gustaba que lo encontraran tirado en su cama, medio muerto y con su suéter de escuincle? Nadie, lo se.

-Tu no vas en mi clase.-Le recuerdo.

-No, solo un salón mas adelante que el tuyo pero es el mismo grado diferente numero, mismas materias, en realidad hasta compartimos los mismos profesores.

-¿Te ha bastado esa informacion que conseguiste de mi o seguirás husmeando donde no te llaman?

-Solo vine a dejarte los putos apuntes, ¿¡si!?, tómalos o déjalos, yo no soy el tipo amargado que manda a la mierda a alguien cuando le hacen un favor.-Saca dos cuadernos de su mochila y los deja/avienta sobre mi escritorio para salir de mi habitación evitando dar un portazo, mi madre se entera y puedo ir haciendo mi lista de pecados para enfrentarme al creador.

Genial empezaba a sentir la culpa.

No lo iba a detener y suplicar su perdón, ¿Que era, el malo del cuento? para nada, nadie lo había llamado meterse en mi vida cuando yo no lo llame.

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Para mi bien al día siguiente, Taeyong no había decidido hablarme, para mi mal, tenia sus cuadernos y debía devolvérselos, era fácil que a cualquier tipo se lo diera pidiendo entregárselos al castaño pero  no me fiaba de nadie y si a esto le pasaba algo malo podría ser reportado a dirección y se haría un drama, drama que prefiero evitar y llevar la fiesta en paz.

Como siempre me limitaba a hablar solo en el autobús, Taeyong se había sentado a mi lado como cuando nos conocimos pero sin interrumpirme, tampoco me escuchaba y lo sabia por que tenia los cascos puestos y parecía tararear una cancion.

-Este asiento pronto estará vació, los débiles nacimos para dejar un espacio a los que son capaces de sacar fuerza y luchar, ¿cierto?.

Cuando el autobús se detiene estoy por levantarme y bajar ignorando el lento sacar de sus cascos al metiche pero soy sorprendido con el tomar de mi mano del mismo chico y bajar como alma que lleva el diablo del autobús para empezar a correr -A la fuerza- no se a donde, no se por que solo se que este chico a cada hora lograba sorprenderme por poco o nada que lo dijera.

Metiche, acosador Lee Taeyong.

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Dejemos atrás las excusas y digamos...¡Estoy de vuelta! :v )/