Unico capitulo

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Hermione Granger había amado Hogwarts, lo había amado desde siempre, incluso antes de haberlo pisado por primera vez. Había amado aprender ahí, había hecho dos grandes amigos que la ayudaron y apoyaron siempre, habían sido sus mejores años, pero además de disfrutar, también había sufrido. Había sufrido mucho, tanto que ni siquiera ni Harry ni Ron lo sabían, ni la entenderían. Siempre sonría por ellos, para los demás, para ocultar su verdadero dolor que le provocaban ciertas serpientes. La molestaban todo el tiempo solo por ser una hija de muggles.

Era su séptimo año en Hogwarts, después de la batalla contra Voldemort. Harry y Ron no habían vuelto al colegio, aunque les habían ofrecido volver. Hermione en cambio acepto sin dudar, quería completar sus estudios, junto a su mejor amiga Ginny. Ella la apoyaba en todo, iban juntas a todos lados y hasta dormían en la misma habitación en la torre de Gryffindor.

Con todos sus deberes escolares, no tuvo tiempo para buscar a sus padres. Les había borrado la memoria para protegerlos, haciéndoles creer que vivían en otro lado, y que jamás habían tenido una hija. Quería ir buscarlos y devolverles sus recuerdos, pero no podía, sabía que aunque la causa sea de gran importancia no la dejarían. Esto la ponía triste, ya que no había peligro y perfectamente podría salir del castillo sin preocuparse, y lo peor es que sus dos amigos estaban muy ocupados para ayudarla. Intercambiaban búhos todas las semanas, lastima que sus tiempos libres eran demasiado escasos.

Por las tardes iba a la biblioteca para terminar sus deberes mas rápido y tranquila, ya que ahí siempre había silencio. Tomo un libro de Pociones para trabajar mejor y se sentó en una mesa para comenzar a trabajar.

La puerta de la biblioteca se abrió dejando pasar a un grupo de alumnos de séptimo año. El que encabezaba el grupo era un joven rubio de ojos grises y sonrisa arrogante. Luego les seguían Astoria Greengrass, Pancy Parkinson, Theodore Nott, Blaise Zabini y Gregory Goyle. Todos con sus túnicas negras con el escudo de Slytherin, su casa. Avanzaron con elegancia por la biblioteca.

-No entiendo, Draco, que hacemos en esta aburrida biblioteca.-se quejó Astoria.

-¿Que no es obvio tonta? Aquí hay libros. Necesito uno para hacer la tarea de Historia.-dijo Draco seco.-Debe estar aquí...-observando algunas estanterías.

-¿Y si preguntamos?-sugirió Blaise.

-¡Tonterías! Nos tomaran por tontos, Blaise.-dijo Theo.

-Oh, miren, debe estar ahí...OW!-se quejó cuando chocó con alguien cayendo al piso.

Cuando vio para ver quién había sido el ciego idiota que había chocado con el príncipe de Slytherin, vio a una cabellera castaña revuelta. Arrugó el ceño molesto y con rabia.

-¡¿Granger?!

La castaña alzó la vista y sus ojos se encontraron con esos ojos grises. Estaban llenos de rabia y enojo, así que se apresuró a tomar los libros que se le habían caído al piso y se levantó rápidamente. Antes de poder salir se vio rodeada por todos los Slytherin.

-Perdona, no vi por dónde iba.-se disculpó pero con la cabeza en alto.

-¿Que no me viste? Claro, cómo ibas a hacerlo si eres una tonta, Granger.-se burlo Draco y sus demás compinches rieron. Ella arrugó la frente.

-¿Tonta yo? ¿Y tú por qué no me viste venir entonces, Malfoy?-contraatacó ella al rubio mirándolo con sorna.

-No soy tan tonto para fijarme en una estupida sangre sucia como tú, Granger.-escupió con desprecio puro hacia ella, lo que hizo que los ojos de la chica se pusieran vidriosos pero trato de ocultarlo.

-Pues en ese caso deberías disculparte tú.

-No lo creo, sangre sucia inmunda.-se burlo y le volvió a tirar los libros al piso riendo.

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⏰ Última actualización: Oct 06, 2016 ⏰

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