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La camisa del moreno cayó al suelo, mostrando su torso esbelto, su pecho subiendo y bajando nervioso al igual que el de Seokjin, quien comenzó a dejar de sentirse tan frío. A la camisa le siguió el pantalón y a Namjoon se le subieron los colores, el menor no se privó de observar el marcado contorno formado en el bóxer blanco, le fascinaban también sus largas y fuertes piernas, se veían atractivas en comparación con las suyas que eran tan delgadas y finas.

- Seokjin... No puedo... - Se sintió realmente estúpido de verse incapaz de quitarse la última prenda, sentía que estaba decepcionando de alguna al menor.

- Nam, mírame. - Dejó de mirar al suelo y le hizo caso, le miró tímidamente mordiendo su labio. - Somos hombres los dos, tenemos lo mismo, no te preocupes. Aunque también tengo mucha vergüenza creo que estará bien si es contigo, me siento bien contigo.

- Yo también me siento bien contigo... Esta bien. - Tirando hacia abajo de la cinturilla del bóxer lo dejó caer y sin más entró a la bañera cerrando la cortina de esta.

Namjoon abrió la llave del agua y esta empezó a caer sobre su espalda. Agarró la manguera y tras darle la vuelta al menor empezó a mojar su cuerpo, pasando sus manos por él, acariciando con lentitud su pequeña espalda. Seokjin soltaba suspiros con sus ojos cerrados, jugando con sus dedos en su vientre. Namjoon apreciaba el trasero respingón del menor, siguiendo la caída del agua desde sus hombros a sus piernas, Namjoon no se perdía detalles y podría enumerar los lunares en la espalda ajena sin mirarlos. Todo eso aprovechando que el castaño esta de espaldas a él y no puede ver como le observa fijamente.

- Cierra tus ojitos lindo. - El agua cayó sobre su cabeza, sintió los largos dedos de Namjoon acariciar su cabello con delicadeza pero siendo firme.

- ¿Por qué me dices lindo?

- Porque eres muy lindo Seokjin, me gusta recordártelo. - El menor dio media vuelta encarando a Namjoon quien inmediatamente desvió la mirada a un lado.

Pensaba que estaba preparado para hacerlo con Seokjin, pero tan solo estando desnudo ya se encontraba paralizado y nervioso. Eran tantas las ganas de explorar su cuerpo en su hermosa totalidad que no sabía qué hacer para deshacerse de sus ataduras.

- Nam... ¿Por qué no quieres mirarme? ¿Hice algo? - Acarició con sus palmas su pecho, arañando ligeramente, pasando sus dedos por las marcadas clavículas.

- N-no hic-ciste nada... Soy yo que... T-tengo vergüenza... - Seokjin se acercó más, rodeando los hombros del más con sus delgados brazos. - A-ah...

Namjoon gimió al sentir el cuerpo contrario completamente pegado al suyo, lo sentía caliente y algo tembloroso pero supuso que él también estaba en ese estado. El menor movió su cadera hacia delante y Namjoon soltó un gemido al sentir contra su pierna su erección. Su pequeño esta excitado y le pedía atención, puede que le estuviera dando vía libre para continuar lo que hicieron la otra noche.

- Antes nunca me pasaba esto Namjoonie. - Una embestida y su pene se frotó contra la pierna ajena. Puede que ni siquiera pretendiera darse placer de esa manera, Seokjin no sabía exactamente en qué consistía las embestidas en el ámbito sexual y mucho menos se esperaba que el roce de su dureza contra el muslo del mayor fuese tan agradable. Él sólo se movió por instinto, su cuerpo reaccionaba solo haciendo círculos con su cadera rítmicamente.

El miembro de Namjoon también comenzaba a erectarse, y llegados a ese punto consiguió la determinación para colocar sus grandes manos en las caderas ajenas y una vez allí solo acarició su torso subiendo hasta notar las sobresalientes costillas del hermoso y delgado castaño que había escondido el rostro en su cuello al empezar a gemir.

- Aah, m-me siento bien... - Seokjin se preguntó si lo que estaba haciendo, pegar sus partes íntimas al otro chico, le podría molestar, pero el mayor hacía sonidos parecidos a los suyos, solo que los de Namjoon le gustaban más pues no sonaban tan... Necesitados, sino que eran más graves y sutiles, además ya podía sentir en su cadera el pene contrario.

- Quiero tocarte ahí Seokjin, te hará sentir bien. ¿Puedo hacerlo? - El mayor señaló hacia su pene, asintió lentamente separándose un poco para que Namjoon pudiera agarrarlo. - Gracias lindo.

Gimió intensamente desde que empezó a masturbarle, apoyó su frente en el pecho contrario observando como la mano del mayor estaba envolviendo su pene, moviéndose a lo largo de este, tirando de su piel suavemente hacia arriba y mostrando su hinchado glande rosado al hacerlo hacia abajo.

El pene contrario se balanceaba hipnótico debido a sus movimientos, tentaba al castaño a cogerlo y cedió al deseo, a la lujuria, y cómo no dejarse llevar si Namjoon se veía increíble, tan atrayente, sexy e inocente al mismo tiempo. Cuando sintió que Seokjin empezó a masturbarle elevó su cabeza suavemente con su mano en la pequeña barbilla del chico y unió sus labios si dejar de darle placer en su miembro. Les era complicado besarse debido a los jadeos, la falta de aire y los gemidos que soltaban, pero lo hacían por cortos periodos de tiempo en los que sentían sus corazones unirse y sus cuerpos temblar de éxtasis.

El mayor comenzó a mover su cintura, su cuerpo se tensaba y destensaba mientras el orgasmo llegó a él, antes que el de Seokjin, y todo su semen fue expulsado cayendo sobre el delgado cuerpo frente a él. El castaño observó aquello con lo que Namjoon le había manchado, ese líquido blanco y espeso al igual que el suyo.

- Lo siento lindo, no pude aguantar y te he manchado. - El mayor de disculpó avergonzado, limpiando sus restos del cuerpo de su pequeño con el agua que caía sobre ellos.

- No pasa nada Nam, ha estado bien. - Se acercó de nuevo a él uniendo sus labios, Seokjin estaba aprendiendo a besar correctamente, le encantaba practicar y lo hacía a todas horas.

Namjoon sonrió en el beso abrazando al menor, bajó lentamente sus manos acariciando la delgada espalda, sintiendo su cuerpo cálido, hasta estrujar con descaro las nalgas del castaño, quien soltó un grito de sorpresa.

- ¡Namjoon, qué haces! A-ah... Ah... - Era muy extraño ser tocado de aquella manera en su trasero, no se atrevía a detener al mayor pues seguramente esos apretones y caricias en sus nalgas eran algo normal en la relaciones sexuales, así que se concentró en disfrutar de aquellos extraños movimientos.

De pronto sintió uno de los grandes dedos de Namjoon tocar esa parte entre sus nalgas, esa parte sucia.

- No... Nam para...

- ¿E-eh?

- ¡He dicho que pares Namjoon, no me toques! ¡Suéltame!

" No hay ningún ser humano perfecto ni que nunca haya pecado. "

(Eclesiastés 7:20)

Illusion [ 남진 ] Mini-fic ( 2ª temporada )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora